La mayor contribución de Perú en la COP26 es “demostrar al mundo” la importancia de escuchar la voz de los pueblos originarios para lograr los compromisos trazados en aras de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos derivados de la emergencia climática.
Así lo asegura en una entrevista el portavoz de la delegación peruana en la cumbre internacional del clima que se celebra en Glasgow hasta el próximo 12 de noviembre, el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente, Alfredo Mamani.
“Estamos demostrando al mundo que Perú sí puede, a partir de los pueblos indígenas, lograr los objetivos que se traza”, declara el viceministro, quien se muestra convencido de que la experiencia del país andino constituye “un ejemplo grande” que seguro que otros “van a replicar”.
En concreto, menciona la “buenísima experiencia” de Perú en la elaboración de la Plataforma de los Pueblos Indígenas, un espacio que articula propuestas de mitigación y adaptación de las comunidades y valora sus prácticas y saberes ancestrales para lograr una mayor “armonía con el medioambiente” y dibujar medidas que “no solo vengan de arriba o del norte, sino también de abajo”.
Además, subraya el amplio proceso de consulta previa a los pueblos originarios que el país realizó para la creación del reglamento de ley sobre el cambio climático.
DECLARACIÓN DE BOSQUES
Mamani insiste en el compromiso del Gobierno peruano de establecer disposiciones que garanticen los derechos de los pueblos indígenas y protejan a las comunidades más vulnerables ante la emergencia climática.
En ese sentido, destaca la declaración de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra que Perú suscribió el pasado 3 de noviembre junto a otros cien países y a través del cual ratifica su voluntad de revertir la pérdida de bosques para el año 2030 y acelerar la restauración, un objetivo clave teniendo en cuenta que la Amazonía peruana registró en 2020 la mayor tasa de deforestación en las últimas dos décadas.
Esta declaración, según el viceministro, refuerza el trabajo que ya viene realizando el Gobierno peruano con programas de defensa y manejo sostenible del bosque para que éste se “convierta en un servicio ecosistemático” y favorezcan “tanto en lo económico como en lo social” a las comunidades que habitan en él.
Entre otros compromisos de la cumbre, el viceministro recalca el importante acuerdo de Perú con la Red Global del Plan Nacional de Adaptación (PNAD) y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), que ayudará al país “en el monitoreo de los procesos de adaptación”, lo que “va a servir de base para el apalancamiento financiero”.
UN GOBIERNO COMPROMETIDO
Sobre las negociaciones, Mamani señala que Perú llegó a la COP26 con el objetivo de “promover un mayor apoyo político en la meta global de adaptación” y “avanzar con las discusiones hacia la meta de financiamiento global”, con una mirada que respete la igualdad de género y la interculturalidad.
Recuerda, además, que el país elevó a finales del año pasado del 30 % al 40 % su objetivo de reducción de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a los del año 2010 y que busca la neutralidad de carbono para 2050, compromisos que considera “viables” y que se materializarán próximamente con la aprobación de la Declaración de Emergencia Climática a nivel nacional.
“Desde el inicio de la gestión de Gobierno del profesor Pedro Castillo se ha lanzado al mundo a promover una mayor ambición climática” y esta declaración de emergencia, afirma el viceministro, “es una manera política de demostrar de que sí estamos por el camino correcto”.