Aunque puede resultar atractiva para algunas personas, el uso de pirotecnia tiene muchos efectos negativos para el ambiente, la salud y el bienestar de las personas y los animales.
La pirotecnia es el conjunto de artefactos que producen efectos visuales y sonoros mediante la combustión de sustancias químicas.
Algunas de las razones por las que debemos evitar el uso de pirotecnia son:
- Contamina el aire, el agua y el suelo con sustancias tóxicas que pueden causar enfermedades respiratorias, alergias, irritación de ojos y piel, y cáncer.
- Genera gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y al calentamiento global.
- Produce ruidos muy fuertes que superan los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud y que pueden provocar daños auditivos, estrés, ansiedad, insomnio, taquicardia y presión arterial alta.
- Afecta negativamente a las personas con hipersensibilidad sensorial, como las que tienen autismo, que pueden sufrir crisis, ataques de pánico, miedo y angustia al escuchar las explosiones.
- Causa sufrimiento, pánico, dolor y muerte a los animales, especialmente a las mascotas, que tienen un oído más sensible que el humano y que pueden escaparse, perderse, atropellarse, electrocutarse o ahogarse al intentar huir del ruido.
- Puede provocar incendios forestales, urbanos e industriales que destruyen la vegetación, la fauna, las viviendas y las infraestructuras.
- También puede ocasionar accidentes, quemaduras, mutilaciones y hasta la muerte a las personas que la manipulan o que están cerca de ella, especialmente a los niños.
Tanto los fuegos artificiales autorizados y fabricados bajo normas de seguridad vigentes, como los de venta clandestina, que aún existen, son igualmente perjudiciales si no se lo manipula con cuidado y responsabilidad
Cuál es el impacto que tienen los fuegos artificiales en la fauna en general?
Lamentablemente, muchos aún no comprenden el daño que puede hacer una simple detonación de estos fuegos artificiales en nuestras mascotas o animales en general.
El estrés, al que son sometidos por el sonido, es muy alto, ya que los animales poseen una mayor sensibilidad auditiva que los humanos: las detonaciones son percibidas ocho veces más que las personas.
Los animales podrían padecer de palpitaciones frenéticas, taquicardia, jadeo, temblores y hasta falta de oxígeno. En casos más graves, los ataques de pánico podrían provocar aturdimiento, desmayos y hasta paros cardíacos.
Además, una de las especies que más sufren son las aves. La mayor parte de las bandadas tienden a padecer taquicardias, que ocasionan su muerte instantánea.
Por tanto, este modo de festejo afecta muchísimo a las aves. Incluso, sus pichones se ven afectados, puesto que al morir sus padres, se quedan en la total orfandad.
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