El cambio climático y las inevitables consecuencias afectan con mayor intensidad a los países de África. Así, se xacerba el hambre, la inseguridad y los desplazamientos, según el informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La organización difundió el detalle sobre el estado del clima en el continente durante 2024.
El informe destaca los retos para la agricultura y el medio ambiente; la seguridad alimentaria, hídrica y energética; y la salud y la educación, haciendo hincapié en las oportunidades y las nuevas herramientas para hacer frente a los retos.
Las consecuencias del cambio climático en los países de África
“El informe sobre el estado del clima en África refleja la realidad urgente y creciente del cambio climático en todo el continente”, expresó Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.
“También revela un patrón marcado de fenómenos meteorológicos extremos, en el que algunos países se enfrentan a inundaciones excepcionales causadas por precipitaciones excesivas, y otros soportan sequías persistentes y escasez de agua”, remarcó.
El calor extremo afecta a la agricultura, la productividad laboral y la educación.
¿El 2024, el año más cálido?

El 2024 fue el año más cálido o el segundo, según las mediciones hasta ahora, y la última década fue la más cálida registrada. Esto afectó a la agricultura, la productividad laboral y perturbó fuerte a la educación.
La temperatura media en superficie en toda África en 2024 fue aproximadamente 0,86 °C superior a la media de 1991-2020. El norte de África registró la temperatura más alta, 1,28 °C por encima de la media: la subregión que más rápido se está calentando.
Las temperaturas de la superficie del mar fueron las más altas registradas, por delante de las de 2023, especialmente en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
Este aumento de temperaturas en los océanos perturba los ecosistemas marinos y pueden intensificar las tormentas tropicales. Además, con el aumento del nivel del mar podrían aparecer amenazas adicionales a las comunidades costeras.
El sur de África experimentó condiciones de sequía perjudiciales, especialmente en Malawi, Zambia y Zimbabue, que sufrieron la peor sequía en al menos dos décadas.
El rendimiento total de los cereales en la zona fue un 16% inferior a los últimos cinco años.
El bajo nivel de las aguas y la escasa producción hidroeléctrica del lago Kariba, el mayor embalse artificial del continente, provocaron prolongados cortes de electricidad y trastornos económicos.
África Occidental, Central y Oriental sufrieron inundaciones devastadoras que afectaron a más millones de personas, causando varios centenares de víctimas y cientos de miles de desplazamientos.
Pero, en África Oriental las precipitaciones de la temporada de octubre a diciembre fueron inferiores a la media.
El norte registró su tercera cosecha consecutiva de cereales por debajo de la media debido a las escasas precipitaciones y a las temperaturas extremadamente altas.
Las medidas necesarias y la tecnología que falta
Si bien hubo avances tecnológicos que varios países africanos incorporaron para las previsiones, se requiere una mayor inversión en infraestructuras.
Marcos más sólidos de intercambio de datos y una prestación de servicios más inclusiva.

El informe insta a los gobiernos, los asociados para el desarrollo y el sector privado a acelerar las inversiones climáticas inteligentes.
“La OMM y sus asociados se han comprometido a trabajar con los Miembros para aumentar la resiliencia y fortalecer los esfuerzos de adaptación en África a través de iniciativas Early Warnings for All”, declaró Saulo.