El aumento de ozono en la atmósfera podría afectar negativamente al raigrás, un pasto clave como alimento para el ganado en la época invernal,
determinó un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba).
El raigrás ‘es un recurso forrajero que vive en simbiosis con un hongo que no es tóxico para los animales y da una mayor tolerancia a las plagas, las sequías y las temperaturas’, señaló la Fauba a través de un comunicado.
El estudio señala que el cambio climático amenaza esa simbiosis y halló que en condiciones ‘controladas un nivel alto de O3 en el aire redujo tanto la biomasa de semillas de las plantas de raigrás como la capacidad de supervivencia del hongo’, señaló Andrea Ueno, docente de la cátedra de Ecología de la Fauba.
La investigadora dijo que realizó su tesis porque el raigrás anual es muy productivo en la estación fría de la Región Pampeana, cuando otros forrajes producen poco.
‘Para ver en detalle cómo el ozono afecta a la simbiosis cultivamos plantas de raigrás anual, con y sin endófito (hongo), dentro de unas cámaras de plástico transparente de 2,5 metros de altura y techo abierto, en las que controlamos la concentración de O3 en el aire’, explicó.
El resultado de los experimentos muestra que ‘al estar expuestas al O3, las plantas con endófito disminuyeron un 17% el esfuerzo reproductivo’.
Los resultados de su tesis sugieren que al aumentar el O3 atmosférico hay más probabilidades de que el endófito -y, por ende, la simbiosis- desaparezca de los pastizales pampeanos.
‘Hay un reporte de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural que muestra que este gas, desde la era pre-industrial hasta el presente, fue oscilando entre 20 y 40 partes por billón y este último valor es la cantidad a partir de la cual el ozono empieza a tener efectos negativos en los sistemas biológicos’, señaló la investigadora de la Fauba.