En la actualidad, la industria de la construcción local con madera se encuentra en un proceso de crecimiento sostenido, a pesar de las dificultades que presenta la macro economía, en especial para el desarrollo de este mercado.
Sin embargo, si se lo compara con 10 o 20 años atrás, se puede observar un cambio significativo en la demanda y en la oferta de construcciones con madera.
Los datos forman parte de un informe elaborado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), una entidad de 2º grado que representa a nivel nacional al sector industrial maderero a través de sus 28 cámaras asociadas en las distintas provincias del país.
La entidad reclama a todos los protagonistas del sector de la construcción a poder construir y fundar un nuevo paradigma constructivo nacional con un claro perfil sostenible.
En este sentido, apoya un trabajo difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo el lema de “Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro” en donde se expresa la necesidad de cambiar, preferir y utilizar madera y otros materiales biológicos para frenar la degradación de los ecosistemas.
El informe agrega que esto “podría representar ahorros de emisiones de hasta un 40% para 2050 mediante la construcción de proyectos “verdes” que no solo minimizan el impacto ambiental de la construcción actual, sino que también serán rentables a largo plazo”.
Descarbonizar edificios
En el trabajo también se advierte que la rápida urbanización significa que cada cinco días, el mundo agrega edificios equivalentes al tamaño de París, y el sector del entorno construido ya es responsable del 37% de las emisiones globales.
Se trata de cifras alarmantes que también están incluidas en un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Centro Yale para Ecosistemas y Arquitectura (Yale CEA), bajo la Alianza Global para Edificios y Construcción (GlobalABC), que ofrece soluciones para descarbonizar el sector de edificios y construcción y reducir los residuos que genera.
En este sentido, Daniel Vier, vicepresidente de FAIMA y experto en construcción con madera, afirma que “hace algunos años, la madera no era considerada un material de construcción relevante en Argentina, y se utilizaba principalmente para elementos decorativos o en construcciones rurales. Hoy, debido a la necesidad de construir viviendas más eficientes y sostenibles, la madera se ha vuelto cada vez más popular en la construcción”.
En este contexto, destaca el informe de la ONU ya que brinda a los responsables de políticas, fabricantes, arquitectos, desarrolladores, ingenieros, constructores y recicladores una solución de tres frentes para reducir las emisiones de «carbono incorporado» y los impactos negativos en los ecosistemas naturales derivados de la producción y el despliegue de materiales de construcción (por ejemplo, cemento, acero, aluminio, madera, biomasa).
El trabajo reclama evitar el desperdicio a través de un enfoque circular en el cual construir menos mediante la reutilización de edificios existentes es la opción más valiosa, generando un 50-75% menos de emisiones que la construcción nueva.
Además, se pide promover la construcción con menos materiales y con materiales que tengan una huella de carbono más baja y facilitar la reutilización o el reciclaje.
Otro reclamo es el de cambiar a materiales de construcción renovables éticos y sostenibles basados en la biología, incluyendo madera, bambú y biomasa.
Se sostiene también que el cambio hacia materiales a base de biología adecuadamente gestionados podría llevar a ahorros de emisiones acumulativos en muchas regiones de hasta un 40% en el sector para 2050.
Menor impacto ambiental
Según la cámara empresaria, la construcción con estructura de madera es beneficiosa para el medio ambiente en comparación con otros recursos debido al impacto mínimo que tiene en la cadena de suministro.
“El costo de fabricación, transporte y construcción de viviendas y edificios con estructura de madera es considerablemente más económico que las alternativas de acero y concreto, la madera usa inmediatamente menos energía y es una solución ecológica”, detallan.
Asimismo, la madera captura carbono, lo que garantiza que la liberación de gases de efecto invernadero del proyecto se mantenga al mínimo.
La madera es el único material de construcción renovable, alternativa que se destaca por sus propiedades higroscópicas, es decir su capacidad para absorber la humedad ambiental.
Este factor, se suma a su gran comportamiento como aislante térmico y contribuye a mantener durante más tiempo las temperaturas interiores, lo que reduce el consumo relativo al uso de aparatos y sistemas de climatización.
“Estas propiedades lo convierten en el producto ideal para alcanzar un elevado grado de eficiencia en las construcciones. Pero, además, tiene una gran capacidad de absorber los sonidos. Es decir, también funciona como aislante acústico, mejorando el confort interior e incrementando el bienestar de los usuarios”, advierte el documento de la ONU.
Además, se sostiene que a diferencia del acero y el hormigón, la estructura celular de la madera frena la pérdida de calor. Esto significa que la estructura de madera es un buen aislante natural para cualquier proyecto y puede generar una factura de energía más barata.
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