Por primera vez, investigadores del Instituto Alfred Wegener han decodificado con éxito el permafrost y reconstruido el desarrollo de las temperaturas del invierno en el delta del río Lena de Rusia.
Sus conclusiones: en los últimos 7.000 años, las temperaturas invernales en las regiones de permafrost de Siberia han aumentado gradualmente.
No hay glaciares en el delta del río Lena de Rusia. A diferencia de la Antártida o Groenlandia, en la tundra siberiana el hielo no se forma sobre la tierra en laderas o planicies elevadas. Más bien, se forma directamente bajo tierra como cuñas de hielo.
‘Las cuñas de hielo son una característica típica de las regiones de permafrost. Se forman en suelos congelados de forma permanente en respuesta al intenso frío de invierno, haciendo que se agrieten. Cuando la nieve se derrite en primavera, el agua de deshielo llena estas grietas. Como en el suelo la temperatura es aproximadamente de menos diez grados centígrados, el agua se congela de inmediato. Si este proceso se repite invierno tras invierno, durante décadas y siglos, se forma un cuerpo de hielo con forma de cuña gigante ‘, explicó Hanno Meyer, investigador del permafrost en el y primer autor del estudio.