Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela avances significativos en el financiamiento internacional para la biodiversidad, pero también plantea serias preocupaciones. El informe, que mide el progreso hacia el objetivo de financiamiento 19(a) del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, señala que el financiamiento alcanzó los 15.4 mil millones de dólares en 2022, un aumento considerable frente a los 11.4 mil millones de 2021.
Además, O’Donnell subrayó la importancia de establecer una iniciativa ministerial por parte de los gobiernos donantes para asegurar el cumplimiento del objetivo financiero antes de la fecha límite de 2025. “Se requiere un liderazgo claro y un seguimiento más transparente de los fondos comprometidos“, añadió.
El informe también resalta que los principales donantes de fondos para la biodiversidad son cinco países: Alemania, Francia, Estados Unidos, Japón y las instituciones de la Unión Europea. Sin embargo, sus presupuestos para desarrollo han estado bajo presión, lo que podría afectar el financiamiento para la biodiversidad en los próximos años. Con la Conferencia de las Partes (COP16) programada para octubre de este año en Cali, Colombia, la atención está puesta en si los países más ricos cumplirán con sus compromisos financieros para proteger la biodiversidad y revertir la crisis ambiental global.Martin Harper, CEO de BirdLife International, instó a los gobiernos de los países desarrollados a redirigir parte de los 2.6 billones de dólares que cada año se destinan a subvenciones para industrias que dañan el medio ambiente, como los combustibles fósiles y la agricultura intensiva. “Sabemos que el dinero está disponible. Redirigir una pequeña parte de estos fondos a la biodiversidad puede generar inversiones positivas que beneficien a todos”, afirmó Harper.
Este informe de la OCDE presenta un panorama mixto: aunque hay avances alentadores en la movilización de fondos, la comunidad internacional aún enfrenta grandes desafíos para cumplir con las metas acordadas. Las próximas decisiones que se tomen en la COP16 serán cruciales para el futuro de la biodiversidad y de las comunidades que dependen de ella.