En las profundidades de la Amazonía boliviana, donde la selva esconde historias y tradiciones milenarias, las comunidades indígenas esse eja y tacana enfrentan una crisis que trasciende generaciones. La naturaleza, venerada como madre, está siendo envenenada por un enemigo invisible: el mercurio en los ríos.
Impacto del Mercurio en los Ríos
Este metal, utilizado en la minería de oro, ha contaminado las aguas del río Beni y los peces que son la base de su alimentación. Esto ha transformado su forma de vida en una lucha por la supervivencia.
“La verdad es que estamos preocupados, la contaminación nos afecta a nosotros, a los animales y a los peces que viven en el agua”, señala Saúl Vargas, líder de la comunidad tacana de Loreto.
La voz de Vargas refleja desesperación y rabia. Los efectos del mercurio en su comunidad incluyen dolores de cabeza, vómitos, diarreas y temblores. A pesar de estos peligros, las comunidades no tienen otra opción que seguir pescando en el río contaminado.
Oscar Campanini, director del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), confirma que al menos 18 comunidades están afectadas. El problema no solo impacta a los humanos, sino también a las aves y los peces.
Hambre y Desesperación
La contaminación por mercurio se suma a una crisis logística y social en Bolivia. La conflictividad política impide el abastecimiento de combustible para las embarcaciones de pesca, forzando a las comunidades a cambiar sus hábitos alimenticios. Esto ha llevado a muchas a reducir su dieta a arroz y yuca.
“Esto está rompiendo el orden tradicional de nuestras vidas”, explica Alfredo Zaconeta, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
Leyes Insuficientes para la Protección
Las políticas públicas no han sido suficientes para proteger a las comunidades. Las normativas que regulan la minería en Bolivia son ambiguas y favorecen a las cooperativas mineras con vínculos políticos.
El Convenio de Minamata, un tratado internacional diseñado para proteger contra el mercurio, no se ha implementado efectivamente en la práctica.
“No hay un control adecuado del uso del mercurio”, afirma Zaconeta, subrayando el incremento de importaciones de este metal en la última década.
Resistencia y Lucha por Justicia
A pesar de la adversidad, las comunidades indígenas siguen luchando. Líderes como Saúl Vargas y Borja Peralta continúan denunciando la falta de justicia y exigiendo soluciones. Sus esfuerzos buscan preservar no solo sus vidas, sino también su cultura y relación con la naturaleza.
“Estamos solos”, dice Vargas, pero en su soledad hay una resistencia silenciosa.
El mercurio no solo contamina el agua, está afectando la esencia misma de estas comunidades. Cada día, la amenaza crece, dejando a estas comunidades atrapadas entre el hambre y el veneno, esperando un cambio que parece cada vez más lejano.
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