La temperatura media de la superficie mundial en 2015 rompió todos los registros anteriores por un amplio margen, que se situó en torno a los 0,76°C por encima de la media registrada entre 1961 y 1990, debido a la virulencia de El Niño y al calentamiento global antropogénico.
El 2016 ya ha tenido un comienzo que podría calificarse de ‘ardiente’ con temperaturas que en enero y febrero amenazaron con romper los records de registros mensuales en muchos puntos del hemisferio sur de nuestro planeta, al tiempo que en varios puntos del norte las nevadas se han retrasado.
La extensión del hielo ártico marino que se controla de forma satelital ha registrado temperaturas anormales en los dos primeros meses de 2016 con tendencia al alza, de acuerdo con la NASA y la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos.
Las concentraciones de gases de efecto invernadero son cada vez más significativas, llegando casi a alcanzar el umbral de las 400 partes por millón y la suspensión de partículas en el aire de algunas ciudades está convirtiéndose en un problema de salud de repercusiones mundiales.
‘Hoy en día la Tierra ya es 1°C más caliente que al inicio del siglo XX, por lo que estamos a medio camino del umbral crítico de los 2°C. Los planes adoptados hasta ahora por las naciones tendientes a detener el cambio climático podrían no ser suficientes para evitar un aumento de la temperatura de hasta 3°C’ afirmó Petteri Taalas Secretario General de la OMM.