El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) identificó ejemplares de Quebracho Blanco a la altura del Partido de Baradero, en el marco de los relevamientos de campo comprendidos en el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN).
Se trata de una población de una veintena de árboles que adquiere una importancia de conservación prioritaria. Sería la única población de la especie en nuestra provincia y constituiría el límite austral de distribución de la especie. Es un árbol característico del Parque Chaqueño del norte y centro de nuestro país. La presencia de quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco) fue citada en el año 2006, pero a la fecha la especie no había sido registrada oficialmente.
El descubrimiento fue realizado por profesionales de la Dirección Provincial de Recursos Naturales de OPDS con la colaboración de funcionarios y técnicos de las áreas de ambiente y turismo de los municipios de Ramallo y Baradero, quienes relevaron y mapearon sectores de bosques nativos, actividades que incluyeron también el registro de ejemplares de algarrobo blanco (Prosopis alba), siendo las especies registradas escasas o ausentes en la provincia de Buenos Aires. Las especies que se hallaron forman parte de los Talares de Barranca, ecosistema nativo relictual que se desarrolla entre San Nicolás y San Isidro.
“Se ha considerado a los bosques nativos de esta región de muy alto valor de conservación, y que no deben ser transformados por su carácter relictual, su importante función protectora de cuencas y biodiversidad, y sus amplios valores sobresalientes, incorporados en el ordenamiento como categoría roja. Esto es como resultado del proceso de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, impulsado por el gobernador Daniel Scioli”, sostuvo Hugo Bilbao, titular de OPDS.
En esta región se desarrollan bosques nativos de gran importancia por su biodiversidad y por los beneficios y servicios ambientales que brindan a la sociedad: los bosques del Delta del Paraná y los “Talares de Barranca”. Los primeros se desarrollan en los albardones o márgenes más elevados de las islas del río Paraná y, en el continente, en el sector costero adyacente al río. Albergan numerosas especies vegetales y animales adaptadas a los pulsos de agua que caracterizan al Delta. Entre las plantas, dominan árboles como: el sauce criollo (Salix humboldtiana); ceibo (Erythrina crista-galli) y aliso de río (Tessaria integrifolia). Mientras que, la fauna característica incluye mamíferos como: el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) y el coipo o nutria (Myocastor coipus); y entre las aves, numerosas especies de patos.
Los “Talares de Barranca” son bosques que se localizan sobre la barranca del Paraná y reúnen árboles espinosos adaptados a los suelos sueltos, bien drenados y a la falta de agua: el tala (Celtis tala), árbol dominante que da nombre al ecosistema; sombra de toro; (Jodina rhombifolia); molle (Schinus longifolius); espinillo (Acacia caven); chañar (Geoffroea decorticans) y algarrobo blanco (Prosopis alba). Dentro de la fauna, sobresalen las numerosas especies de aves que encuentran refugio y alimento en estos bosques como: el espartillero pampeano (Asthenes hudsoni); el espartillero enano (Spartonoica maluroides); la mosqueta ojo dorado (Hemitriccus margaritaceiventer); el pepitero verdoso (Saltator similis); el cardenal (Paroaria coronata) y el barullero (Euscarthmus meloryphus).