Un estudio reciente revela que el Bosque de Protección Alto Mayo, en Perú, alberga más de 1300 especies de orquídeas, posicionándolo como la zona con mayor diversidad floral del país y refugio de una variada vida silvestre.
Al reverso del billete de 100 soles del gobierno peruano se encuentra la imagen de la orquídea Phragmipedium kovachii, conocida como “zapatito fucsia” por su forma y color. Esta especie, protegida bajo el convenio CITES debido a su amenaza de extinción, es nativa del bosque montano del Alto Mayo, un área protegida en la cuenca alta del río Mayo, en el norte de Perú.
Creación del Bosque de Protección Alto Mayo
Establecido el 23 de julio de 1987 por el Ministerio de Agricultura, este bosque abarca 182 000 hectáreas en las regiones de Amazonas, Loreto y San Martín.
“El área protege la cuenca hidrográfica del río Mayo y conserva especies en peligro de extinción y numerosas orquídeas”, explica Ivonne Paico Vera, jefa del área protegida.
Más de 1300 especies de orquídeas
El bosque alberga tres ecosistemas principales: bosque de neblina, bosque de arena blanca y pajonal. Esto permite la existencia de 1300 morfoespecies de orquídeas, como detalla un estudio publicado en septiembre de 2024. “En 2008 se registraron 59 especies de orquídeas, pero la nueva investigación elevó la cifra a 1300 especies”, señala Paico.
Especies representativas
Los investigadores documentaron el 75% de los géneros de orquídeas registrados en Perú, incluyendo especies como Maxillaria striata, Coccineorchis cernua, Lepanthes sp y Phragmipedium warszewiczianum. Las orquídeas del Bosque de Protección Alto Mayo abarcan cuatro de las cinco subfamilias reconocidas: Cypripedioideae, Epidendroideae, Orchidoideae y Vanilloideae.
Conservación de aves y mamíferos
El Alto Mayo es una de las 129 áreas importantes para la conservación de aves en Perú, con más de 500 especies registradas, incluyendo 44 colibríes. También se encuentran 23 especies amenazadas globalmente y 17 endémicas de distribución restringida. Además, se han registrado mamíferos como el mono choro cola amarilla, el oso de anteojos y el armadillo gigante.
“El Alto Mayo es la única área protegida con población foránea viviendo en su interior”, explica Paico. Unas 1500 familias, distribuidas en 28 sectores, colaboran en acuerdos de conservación para desarrollar negocios sostenibles. Los proyectos incluyen ecoturismo, cultivo de vainilla y café, y avistamiento de aves.
Vigilancia y control territorial
Las comunidades amazónicas del pueblo awajún y campesinas en la zona de amortiguamiento del parque también participan en proyectos de conservación. Un equipo de 25 guardaparques vigila el área, promoviendo la protección del Alto Mayo.
El Bosque de Protección Alto Mayo no solo es un santuario para orquídeas, sino también para una vasta diversidad de flora y fauna que debe ser preservada para las futuras generaciones.
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