En base a aportes científicos de la Universidad Nacional de Salta, informes finales de monitoreos de calidad de agua realizados por una consultora ambiental, y otros trabajos llevados a cabo por organismos afines, se constataron los alarmantes niveles de afectación en los cauces del río Arenales, que constituyen un vector importante y peligroso de transmisión de enfermedades.
La causa principal de contaminación se atribuye al vertido de fertilizantes utilizados en la agricultura, de desechos industriales, cloacales, detergentes sintéticos, desechos de ganado, y de otras sustancias tóxicas que alteran la fisonomía del agua y favorecen a la proliferación de bacterias tales como la Escherichia coli o la Salmonella, que producen graves trastornos en el cuerpo humano, que pueden derivar en enfermedades tales como la meningitis o neumonía.
Asimismo, se observaron que los niveles de corrupción del agua con materia orgánica, putrefacción y baja calidad de la misma, impiden que se forme un ámbito propicio para el desarrollo de algunas formas de vida tanto vegetal como animal.
Sobre la base de dichos estudios, desde la Procuración General se ha iniciado un complejo proceso de actuación tendiente a hacer efectivas las facultades penales y no penales del Ministerio Público Fiscal en materia de protección ambiental. Complementariamente, se requirió a la Jefatura de Policía de la Provincia que dispusiera una amplia inspección en todo el cauce del río, para detectar la existencia de vertidos de sustancias tóxicas y acumulaciones de residuos que guarden relación con la situación de deterioro ecológico descripta en los informes técnicos.
Por otro lado, el Procurador General, Pablo López Viñals, se dirigió a los Municipios ribereños de la cuenca del Arenales: Salta, Campo Quijano, Rosario de Lerma, San Lorenzo, Cerrillos, La Merced, El Carril, Chicoana, Coronel Moldes y La Viña, requiriendo que hicieran conocer los emprendimientos industriales que en sus respectivos ámbitos existen y que puedan tener repercusiones sobre el río; se pidió además que dieran cuenta sobre la existencia o no de mecanismos de control periódicos capaces de detectar situaciones de riesgo ambiental, y si se encuentran coordinando acciones conjuntas para la protección del medio ambiente, en el marco de lo indicado por el Art. 18 de la ley provincial Nº 7070.
Finalmente, es importante señalar la prolífera cantidad de asentamientos que se encuentran a orillas del río, cuyos habitantes hacen uso de las aguas del Arenales para satisfacer sus necesidades básicas, ignorando que las mismas no son aptas para la potabilización y mucho menos para el consumo, debido a la alarmante presencia de arsénico, sustancia que puede provocar envenenamientos graves y a la cual se le atribuyen propiedades cancerígenas. El contacto permanente con las sustancias contenidas en las aguas río presenta un enorme riesgo para la población.