La cadena de incendios que asola Israel se extendió por Galilea y Jerusalén, mientras que la situación empezó controlarse en Haifa, donde algunas de las 80 mil personas que fueron evacuadas han podido volver a sus hogares.
Las fuerzas de seguridad e inteligencia continúan las investigaciones para determinar si los incendios han sido intencionados, como, según informó el titular de Seguridad Interna, Guilard Erdán, se ha demostrado sobre el primer fuego.
Se trata de una posibilidad que contempla el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para quien el país afronta ‘una ola de terrorismo incendiario’.
‘El fuego está controlado. Estamos haciendo batidas de vigilancia con camiones de bomberos’, aseguró el jefe de bomberos de Haifa, Yitzhak Swisa, en una de las calles del barrio de Ahuza, donde a un lado y a otro se ven casas devoradas por las llamas y reina un silencio sólo roto por el ulular de sirenas de bomberos y ambulancias.
Explicó que en las tareas de extinción han participado 120 camiones y 500 bomberos, muchos de los cuales ahora se pasean por la urbe para sofocar nuevos focos mientras son premiados con pasteles por los vecinos, que agradecen la ayuda recibida.
Las autoridades ya han restablecido la electricidad en parte de la ciudad y el agua, que había sido cortada para dedicarla por completo al abastecimiento de los camiones de bomberos.