El Gobierno del Área Metropolitana de Tokio ha decidido reducir sus emisiones de efecto invernadero en un 30 por ciento para 2030, lo que supone un objetivo más ambicioso que el aprobado por el Ejecutivo central japonés.
El Ejecutivo de la capital nipona se ha fijado esta meta cuando se aproxima la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático de este año, que se celebrará en París entre el 30 de noviembre al 11 de diciembre.
En particular, el Gobierno metropolitano aspira a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30 por ciento respecto a los niveles del año 2000.
Por su parte, el Ejecutivo central tiene previsto presentar en París un plan para reducir las emisiones contaminantes en un 26 por ciento para 2030, con respecto a niveles de 2013.
Si el objetivo del Gobierno metropolitano utilizara también 2013 como año base, su meta de reducción ascendería al 38 por ciento para 2030, una cifra muy cercana a la que propondrá la Unión Europea (el 40 por ciento) en París, según fuentes del Ejecutivo local.