Chinguetti, una antigua ciudad de Mauritania, alberga algunos de los textos y manuscritos coránicos más antiguos del África Occidental, que pronto podrían perderse por la avanzada desertificación.
Durante siglos, poetas, sabios y teólogos han acudido a Chinguetti, un enclave comercial transahariano que cuenta con más de una docena de bibliotecas repletas de manuscritos antiguos.
Pero ahora la ciudad está al borde del olvido. Las arenas movedizas han cubierto durante mucho tiempo el núcleo de la histórica ciudad del siglo VIII y están invadiendo los barrios periféricos.
El cambio climático amenaza la ciudad sagrada
A medida que el clima mundial se calienta y seca, las tormentas de arena depositan con mayor frecuencia metros de dunas en las calles de Chinguetti y en las casas, sumergiéndolas por completo. Los proyectos de reforestación intentan frenar las arenas invasoras, pero hasta ahora no han mitigado la preocupación por el futuro de la ciudad.
Chinguetti es uno de los cuatro sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Mauritania, un país del África Occidental donde solo el 0,5% del suelo se considera cultivable.
Los mauritanos creen que Chinguetti es una de las ciudades más sagradas del Islam. Sus casas de piedra seca y barro, mezquitas y bibliotecas resguardan algunos de los textos y manuscritos coránicos más antiguos de África Occidental, que abordan temas desde el derecho hasta las matemáticas.
El peligro de la avanzada desertificación
Las investigaciones sugieren que la migración de la arena juega un papel crucial en la avanzada desertificación. Los desiertos, incluido el Sáhara, se están expandiendo a un ritmo sin precedentes y resurgiendo “mares de arena” que transforman paisajes antes verdes.
Más de tres cuartas partes de la superficie terrestre se han vuelto más secas en las últimas décadas, según un informe de la ONU sobre desertificación de 2024. La aridez pone en riesgo la capacidad de supervivencia de plantas, personas y animales. Roba la humedad necesaria para la vida, mata cultivos y puede desatar tormentas de arena e incendios forestales.

El informe de la ONU destaca que el cambio climático provocado por el hombre es el culpable, ya que está calentando el planeta y haciendo que cada vez haya más tierras secas. La escasez de agua relacionada con la aridez está causando enfermedades, muertes y migraciones forzadas a gran escala en todo el mundo.
En Chinguetti, el cambio climático está provocando muchas de las consecuencias que han advertido las autoridades. Los árboles se marchitan, los pozos se secan y los medios de subsistencia desaparecen.
Las tormentas de arena no son nuevas, pero se han vuelto cada vez más intrusivas, dejando montañas de arena en los barrios periféricos. Los residentes utilizan mulas y carretas para retirar la arena porque las calles del casco antiguo son demasiado estrechas para que pasen coches o excavadoras. Cuando la arena se acumula, algunos construyen nuevos muros sobre las estructuras existentes.
Chinguetti ha recibido una media anual de 2,5 centímetros de precipitaciones en la última década. A medida que las lluvias disminuyen, los árboles mueren y más arena migra hacia la ciudad.
Con las acacias sumergidas en la arena, algunos pastores recurren a talar palmeras datileras para alimentar a sus rebaños, perturbando aún más el ecosistema y la economía del cultivo de dátiles. La arena también plantea problemas de salud pública para la comunidad que respira el polvo.
Soluciones propuestas: más árboles para frenar el avance del desierto
La solución pasa por plantar más árboles tanto en los barrios como a lo largo del perímetro de la ciudad. Estos “cinturones verdes” se han propuesto a escala continental como la “Gran Muralla Verde” de África, así como a escala local, en ciudades como Chinguetti.
El Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura de Mauritania, así como ONG financiadas con fondos europeos, han presentado proyectos para plantar árboles que aíslen las bibliotecas y los manuscritos de la ciudad del avance del desierto.
Aunque se han replantado algunos, hay pocos indicios de que hayan contribuido a frenar el avance del desierto. Las raíces de los árboles pueden tardar años en crecer lo suficiente para acceder a las aguas subterráneas.
Una de las ciudades más antiguas del mundo está siendo erosionada por el mar
El caso de Chinguetti no es único en cuanto a ciudades históricas con riesgo de desaparecer por las consecuencias del cambio climático. Tal es la situación de la antigua ciudad portuaria de Alejandría. En este caso no se trata de una avanzada desertificación, sino qué la posible desaparición de la ciudad esta relacionado con el ascenso del nivel del mar y la intrusión de agua salada. Así lo confirmó un reciente estudio.
Científicos de la Universidad de Southern California (USC) han encontrado que los colapsos de edificios en Alejandría, una de las ciudades más antiguas del planeta y a menudo llamada la ‘joya del Mediterráneo’ por su belleza, han aumentado de ser eventos poco comunes a ocurrencias alarmantes.
Según la investigación científica, la tasa de derrumbes ha pasado de aproximadamente uno al año a una preocupante cifra de 40 por año en la última década.
El aumento del nivel del mar y la intensificación de las tormentas, impulsadas por el cambio climático, están desmoronando en décadas lo que tomó milenios de ingenio humano construir.
Foto de portada: Giulio Aprin
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