Uno de cada cinco europeos es víctima de la contaminación acústica, que pone en peligro la salud, advirtió la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), que lamenta la incapacidad de la UE para cumplir sus compromisos sobre este tema.
“El objetivo fijado para 2020 de reducir la contaminación acústica (…) no se alcanzará. Debería aumentar debido al crecimiento urbano futuro y a la creciente demanda de movilidad”, señaló AEMA en un comunicado.
La contaminación acústica, en particular de noche, afecta a la salud pública, porque el ruido puede alterar el sueño y el metabolismo, así como la capacidad cognitiva y cardiovascular de las personas.
Según las cifras de la agencia europea, unos 113 millones de personas sufren contaminación acústica debido al tráfico de carretera.
“En la mayoría de los países europeos, más de la mitad de la población urbana está expuesta a niveles de ruido de la carretera superiores o iguales a 55 dB (decibelios)”, es decir más de los 53 dB recomendados por la Organización Mundial de Salud, señala AEMA.
La contaminación acústica tiene repercusiones en el bienestar y la salud de las personas.
Según las estimaciones de la agencia, es responsable cada año de unas 12.000 muertes prematuras y causa problemas cognitivos a 12.500 niños en Europa.
Además, 22 millones de europeos sufren la contaminación acústica provocada por los trenes y 4 millones, por los aviones.
Los altos cargos europeos, tanto a nivel nacional como local, deben redoblar esfuerzos para regular y reducir el ruido, considera AEMA.
Catherine Ganzleben, jefa del departamento de contaminación del aire, el medio ambiente y la salud de AEMA, aboga por fomentar en las ciudades la bicicleta, los desplazamientos a pie y el transporte público.
Estas medidas también mejoran la calidad del aire, dijo en rueda de prensa.