Con un proyecto de ley enviado al Parlamento uruguayo, que incluye directrices del espacio costero, el gobierno intenta poner un freno al crecimiento de las construcciones sin control cerca de las playas, lo que afecta el habitats y ecosistemas generando, a su vez, un desorden en el ordenamiento territorial.
“Simplemente lo que se dice es: aprendamos de las cosas que hicimos mal y, a partir de ahora, lo que en adelante hagamos, se haga bien”, dijo el director nacional de Ordenamiento Territorial, Manuel Chabalgoity.
Se trata de una especie de “protección”, pero no entendida como una prohibición. “Es un criterio de protección promoviendo un uso inteligente y prudente del ecosistema costero, para no generar problemas que tienden a su destrucción”, aseguró el funcionario.
Si el proyecto se convierte en ley, los que quieran construir sobre la franja costera uruguaya, deberán cumplir con los lineamientos establecidos.
El gobierno optó por diseñar un proyecto con generalidades para que sean los gobiernos en cada región los encargados de establecer qué se exige para cumplir con esos lineamientos.
El proyecto enumera los recursos que deberán ser protegidos: playas, dunas en sus diferentes grados de consolidación, lagunas, barras, cuencas, desembocaduras, deltas, humedales, barrancas, costas y puntas rocosas, sitios arqueológicos, playas submarinas, bancos de arena, entre otros.
“Este contexto socio-institucional ha generado una cultura contemporánea de uso y ocupación de la costa, que ha conducido a la situación actual con preocupantes niveles de deterioro”, concluye la exposición de motivos del proyecto.