Con la finalidad de evaluar la presencia de desechos plásticos dentro de áreas naturales protegidas mexicanas, Greenpeace ha generado evidencia científica sobre el impacto de la contaminación plástica en las Áreas Naturales Protegidas (ANPs).
En total, se evaluaron 21 sitios arrecifales; 15 dentro de áreas naturales protegidas (ANP) del Caribe Mexicano, 3 en zonas urbanas o puertos en el área de Influencia de las ANP del Caribe Mexicano y 3 en una ANP del Golfo de México.
Las ocho ANP estudiadas son: Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos (PNAPM), Parque Nacional Arrecifes de Cozumel (PNAC), Parque Nacional Costa Occidental Isla Mujeres Punta Cancún y Punta Nizuc (PNCOIMPCPN), Reserva de la Biosfera Sian Ka´an (RBS), Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano (RBCM), Parque Nacional Arrecifes de Xcalak (PNAX), Parque Nacional Isla Contoy (PNIC) y Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV).
El resultado: en todas se encontraron piezas plásticas, tanto en la superficie del mar como en la columna de agua y en el fondo marino. En total se registraron 815 piezas hechas de material plástico, equivalente a 2 piezas por kilómetro cuadrado (Km2) flotando en superficie y 3500 piezas por km2 en el fondo del mar (2.6 piezas plásticas por cada 180 metros cuadrados).
La contaminación plástica halla su origen en esta cultura consumista del usar y tirar. Los plásticos de un solo uso se han diseñado, desde su concepción, como desechables, pero la nueva normalidad no puede ser desechable, debemos modificar nuestros patrones de producción y consumo privilegiando alternativas ecológicas y socialmente justas. Nuestro bienestar depende de la salud del planeta.
Desde Greenpeace buscan combatir esta cultura consumista del usar y tirar, apostando por la reutilización de artículos hechos con materiales durables, resistentes, no tóxicos, accesibles para todas y todos. Asimismo se debe priorizar la implementación de acciones dirigidas a reducir la misma producción y el consumo de los plásticos de un solo uso, bajo el entendido de que el mejor residuo es el que no se genera.
La industria del plástico, e industrias relacionadas (alimenticia, refresquera, de los hidrocarburos), se ha valido de la publicidad para hacer pasar a los plásticos de un solo uso como un material fantástico, que nos trae todas las soluciones que necesitamos para hacer nuestra vida más fácil y más cómoda. Sin embargo, este modelo de consumo no es sostenible, porque está inundando nuestro planeta, incluidas nuestras ANP, con productos diseñados para usarse por muy poco tiempo pero que permanecen en los ecosistemas hasta por cientos de años.
“La presencia de piezas plásticas en la columna, fondo y superficie marino registradas en este estudio representan un riesgo potencial para las especies animales que viven en estas zonas marinas, por riesgos de enredo o ingesta del plástico. Las altas concentraciones de plástico en los océanos pueden generar impactos sustanciales negativos sobre casi todos los servicios ecosistémicos que nos brindan, como el acceso a alimentos, la pesca o el turismo”, señaló Omar Oslet Rivera Garibay, colaborador en el Laboratorio de Biodiversidad Arrecifal y Conservación de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la UNAM y uno de los autores de este informe.
“Como encargada de la definición de la política pública en materia ambiental, la SEMARNAT, y en consecuencia la CONANP, debe añadir la problemática de la contaminación plástica a sus estrategias para el desarrollo de programas dirigidos a la protección y conservación de las ANP, ya que, como muestra este estudio, es una realidad que está afectando a estos frágiles ecosistemas”, indicó Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.