En menos de dos años, esta la fundación argentina “Botellas de amor” ha podido recolectar más de 100.000 toneladas de plástico y junto a la empresa Ecociencia Argentina, cumplen un papel fundamental en la sociedad para llevar un estilo de vida sostenible.
Asimismo los ciudadanos que quieren apoyar esta iniciativa, solo deben llevar las botellas rellenadas de forma previa con partículas de plástico, lo que incluye pajillas de un solo uso o popotes desechables.
Las redes sociales son la principal herramienta que utiliza la fundación para fomentar su práctica en la ciudadanía. También dan charlas en los colegios para concientizar a la población estudiantil del impacto contaminante del plástico.
“Hablamos de un sujeto consciente a otro y les explicamos que si separan la basura, se puede hacer madera plástica y donar muebles o casas enteras y eso les despierta la inquietud solidaria. Acercarles la propuesta a los jóvenes siempre es un éxito, afirma Ludmila Taraborrelli, quien es coordinadora de la fundación.
Este tipo de material logrado presenta mayores ventajas que la madera tradicional. Sin olvidar mencionar que es mucho más barato y no se necesita afectar a los árboles.
A continuación, se explica como es el proceso de recolección las botellas y como deben colocarse para su utilización ecológica.
Es muy importante saber, que no todo desecho se debe colocar dentro de las botellas. Como se observa en la siguiente gráfica.
La madera plástica lograda representa el esfuerzo de todos, ya que desde que empieza la recolección es un trabajo en equipo y que lleva tiempo. Pero una vez que se observa el resultado, cualquier vicisitud que se haya vencido es solo un episodio más y un ejemplo de lo que la sociedad en conjunto puede lograr.
Luego de que la fundación recolecta las botellas, estas son enviadas a una fábrica de “madera plástica”, la cual se encarga de transformar todos los residuos en un material más resistente que la madera.
La madera plástica puede ser la solución a la problemática que tiene el planeta con el plástico de un solo uso que va a parar a los océanos, vertederos o cualquier espacio donde pueda incidir. Sin olvidar la contaminación ocasionada por las toxinas que son liberadas cuando el mismo se está descomponiendo después de muchos años.