Según la asociación, “sus integrantes tienen un interés económico sustancial en la fabricación, la distribución y la venta de bolsas de plástico en Toronto y se verían muy afectados por una prohibición”, que, según sostiene, fue decidida por el municipio sin consulta pública ni estudio previo.
En junio pasado, el concejo municipal de la ciudad había adoptado sorpresivamente una medida que apunta a prohibir las bolsas de plástico en los comercios. La decisión debe ser formalmente ratificada el 27 de noviembre y entraría en vigor el 1 de enero próximo.
Sus partidarios evocan razones ambientales para suprimir las bolsas de plástico, que seguirían siendo utilizadas en cierto tipo de productos, como los alimentos congelados, la carne o el pescado.
El primer colectivo que anunció, la semana pasada, que demandaría judicialmente al municipio de Toronto por esta decisión fue la asociación de comercios de proximidad de Ontario.
Leafs Rapids, en Manitoba (centro de Canadá), fue la primera ciudad occidental en suprimir totalmente la utilización de bolsas de plástico en los comercios, el 22 de marzo de 2007, seguida cinco días después por la estadounidense San Francisco y al mes siguiente por Modbury, en Gran Bretaña, la primera ciudad europea en adoptar una medida de este tipo.