Un equipo de cientĂficos de la Escuela PolitĂ©cnica Federal de Lausana (EPFL) ha desarrollado un nuevo tipo de plástico de caracterĂsticas similares al PET, el más utilizado en el ámbito alimentario y cosmĂ©tico. Se trata de un producto elaborado a partir de partes “no comestibles” de plantas y fácilmente biodegradable.
La lucha contra la es uno de los grandes desafĂos pendientes en materia medioambiental. Varias expediciones han demostrado la existencia de “islas” de estos residuos que flotan en los ocĂ©anos. Algunas tan grandes como la superficie de Groenlandia (más de 2 millones de kilĂłmetros cuadrados) y que amenazan el ecosistema marino.
El plástico PET, acrĂłnimo de polietileno tereftalato-poliĂ©ster, es un material muy extendido en la fabricaciĂłn de envases de alimentos y cosmĂ©ticos, pelĂculas fotográficas o textiles. Estos sucede debido a que combina un bajo costo, estabilidad tĂ©rmica, resistencia mecánica, procesabilidad y compatibilidad. Por lo tanto, ha resultado difĂcil encontrar un plástico alternativo.
El descubrimiento
Los cientĂficos suizos, en sus esfuerzos por desarrollar plásticos biodegradables elaborados a partir de materia vegetal no comestible denominado “biomasa lignocelulĂłsica”, han dado con la tecla.
En la investigación, dirigida por el profesor Jeremy Luterbacher se ha desarrollado un plástico derivado de la biomasa más respetuoso con el medioambiente que los convencionales. Y ya se ha utilizado con éxito en cintas de embalaje, fibras textiles y filamentos de impresión en tres dimensiones.
“Básicamente cocinamos madera u otro material vegetal no comestible, como desechos agrĂcolas, en productos quĂmicos econĂłmicos para producir el precursor plástico en un solo paso”, explica Luterbacher.
“Al mantener intacta la estructura del azĂşcar dentro de la estructura molecular del plástico, la quĂmica es mucho más simple que las alternativas actuales”, añade.
CĂłmo se consigue
La tĂ©cnica consiste en agregar un compuesto orgánico (aldehĂdo) en el proceso de elaboraciĂłn que permita “estabilizar ciertas fracciones del material vegetal y evitar su destrucciĂłn durante la extracciĂłn”, segĂşn se explica en el comunicado.
“Al usar esta tĂ©cnica simple, podemos convertir hasta el 25 % del peso de los desechos agrĂcolas, o el 95% del azĂşcar purificada, en plástico”, dice otro de los autores del estudio, Lorenz Manker. Lauterbacher destaca que se trata de un plástico “Ăşnico” debido a que mantiene la estructura del azĂşcar intacta.