“El plástico es un material extremadamente durable, biodegradable en 500 años, pero diseñado para un uso de 5 minutos promedio, por lo que es botado, y pocos saben dónde va a parar esta gran masa de basura… a los océanos, matando y destruyendo de manera silenciosa, incluso a nosotros”.
En medio de este contexto, el proyecto desarrollado por el arquitecto Cristian Ehrmantraut se constituye como un prototipo de plataforma flotante que filtra el océano absorbiendo el plástico. Ubicada a 4 km de las costas de la Isla de Pascua, Chile, la plataforma tetraédrica de dialización permitiría recuperar el medio ambiente natural además de producir su propia energía y alimento.
La razón fundamental del proyecto nace a partir de la cultura de lo desechable, y como principal actor, el plástico.
Hoy en día existen seis mega-vórtices de plástico flotantes, cinco entre continentes y un sexto cerca del ártico, siendo el más grande el del Pacífico Norte, con un tamaño similar al de Brasil (8.5 millones de km²), con un espesor de 10 metros, hogar perfecto para el Halobates (insecto que ha tenido crecimiento exponencial descontrolado y se alimenta de zooplancton, en otras palabras, está eliminando la base de la cadena alimenticia).
Para capturar el plástico y atraerlo a la plataforma se diseñó un sistema modular de barreras ondulantes, que utilizan el oleaje para separar lo vivo de lo inerte al mismo tiempo que produce energía, éstas pueden replicarse por la longitud que se necesite, ya que deja el libre paso de peces, embarcaciones, etc., y así necesitar sólo una plataforma cada varios kilómetros lineales, esto principalmente debido a los colosales tamaños de las corrientes oceánicas.
Arquitecto: Cristian Ehrmantraut
Profesor Guía: Yves Besançon, Universidad de Chile