En los últimos veinte años, Uruguay superó la generación de residuos per cápita por más del doble. Sin embargo, la industria de reciclaje no imitó esa tendencia, sino todo lo contrario: se redujo en gran medida.
Por ejemplo, en los últimos diez años, el reciclaje de botellas pasó de un 60% a un 26%, mientras que el de papel y cartón lo hizo de 55% a un 35%.
En un momento donde las autoridades de gobierno mostraron preocupación por la falta de capacidad de las intendencias para gestionar los residuos y anunciaron la creación de un proyecto de ley que mejore esta actividad, el anuncio de una ‘crisis de la industria del reciclaje’ llegó la semana pasada a la Comisión de Medio Ambiente del Senado de la mano de la organización civil Cempre (Comisión empresarial para el reciclaje).
‘De 1996 a la fecha, los uruguayos aumentamos un 110% o 120% la cantidad de residuos que generamos’, advirtió en la reunión Federico Baráibar, director ejecutivo de Cempre.
Según explicó, esta situación ocurre de manera ‘dispar’ en el territorio, pudiendo incluso ‘multiplicarse por cuatro’ de una punta al otra del país. Por ejemplo, mientras que la ciudad de Treinta y Tres genera casi 500 gramos de residuo por habitante, Punta del Este produce 1.800. Asimismo, Baráibar dijo que al día de hoy hay un 25% de recuperación de residuos, cuando llegó a ser del 60% diez años atrás.
A su vez, esto conlleva a que los reciclados también disminuyan su precio, por lo tanto pierdan valor y desestimule el proceso de reciclaje.