Los países europeos renuevan su compromiso para promover la sostenibilidad en la agricultura, eliminando la deforestación en relación con los productos agrícolas y trabajando en asociación con los países consumidores y productores.
Entre las zonas con más altas tasas de deforestación están la Amazonía brasileña y boliviana, el Gran Chaco (principalmente Argentina y Paraguay) y el Cerrado (Brasil).
Abarca a las categorías de conservación rojo, amarillo y verde, a excepción de planes y trabajos de conservación que no impliquen la afectación y/o conversión de los bosques.
En concreto esto significa que cada vez que se detecta una infracción se aplica una multa, que representa una sanción económica, pero que además impone la obligación de recomponer el daño ambiental ocasionado.