Argentina: Impulsan el turismo sustentable en el Noroeste

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Un grupo de 120 alumnos del colegio Ángel Zerda de Salta capital decidió realizar su viaje de egresados del nivel primario a Seclantás y Brealito.

 
Ese sueño colectivo, que concretaron a fines de 2015, les brindó la posibilidad de colaborar con el desarrollo de las comunidades locales. La iniciativa dio un fuerte impulso al Programa de Turismo Sustentable y Solidario del NOA, promovido desde 2010 por la Conferencia Episcopal Argentina y la Comisión de Migraciones e integrado por 64 emprendedores.
 
En los parajes seleccionados son los propios pueblos originarios los que ofrecen los servicios turísticos, a partir de su capacitación y la mejora en la calidad de las prestaciones.
 
Además, en esta región los visitantes no sólo pueden realizar paseos guiados y admirar el impactante pasiaje natural de los valles montañosos sino que también son instruidos acerca de las tradiciones ancestrales y las actividades cotidianas de los pobladores, como el pastoreo de los animales, el cultivo de la tierra y la cosecha de los productos autóctonos.
 
En cuanto a las necesidades básicas insatisfechas, en Hornaditas –a 17 kilómetros al norte de Humahuaca, Jujuy–, una asamblea vecinal resolvió encargarse de extender una manguera subterránea de 9 kilómetros de largo para acercar agua corriente desde la única vertiente natural de la zona. La obra pudo concretarse gracias al aporte de gente que donó los materiales necesarios y la mano de obra local y gratuita.
 
Los trabajos de mejora de infraestructura con el fin de atraer el turismo a pueblos y parajes postergados, aunque con un enorme potencial desaprovechado, se extienden a Santa María y San José (en el noreste de Catamarca, muy cerca del límite con Tucumán), Quebrada del Toro, El Jardín y El Espinal (sur de Salta), donde se dictaron cursos sobre teñido con plantas naturales y tejidos en telar.
 
Una gran diversidad étnica hace de Salta uno de las provincias argentinas más atractivas para la práctica del turismo sustentable y solidario. En la región andina se agrupan los collas, descendientes del imperio incaico; el valle calchaquí es el teritorio de los diaguitas; en la selva se encuentran grupos de chané, tapieté y chiriguanos y el chaco salteño es el hábitat de las comunidades toba, pilagá, mocoví, wichi o mataco, chanes, chulupi y chorote.
 
Por esa razón crece en forma sostenida el turismo étnico y rural con base en Tartagal, una localidad del noreste salteño rodeada de pueblos originarios y enclavada en una zona mucho menos promocionada que los valles y montañas del oeste.

FUENTE: Diario Clarín

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