“Muchas veces se asume que los destinos de nieve son sólo esquí y se los deja de lado porque se piensa que parte del grupo estaría condenado a ser un mero acompañamiento. Hoy en día tenemos una cantidad de ofertas alternativas que son muy atrayentes y que están ligadas 100% a las actividades de nieve sin ser esquí”, aseguró a Télam Pablo Bruni, subsecretario de Villa La Angostura.
Citando estadísticas mundiales, Bruni asegura que por cada familia tipo que vacaciona en un destino de nieve “lo normal es que uno a dos miembros no esquíen o al menos no todos los días” y en ellos están haciendo foco las dependencias de turismo de las dos localidades para desterrar el mito de la “monoactividad”.
“Desde ya que el esquí y el snowboard son opciones predominantes y muy buenas, pero alrededor de esto existen muchas opciones, inclusive para el que no quiere esquiar ningún día”, dijo.
Algo similar ocurre en San Martín de los Andes, donde el secretario de Turismo, Salvador Vellido, aseguró que este tipo de políticas ya están mostrando sus resultados.
“Muchas de las personas que vienen de vacaciones los meses de frío no vienen a esquiar, sino a disfrutar el invierno desde otra perspectiva: la que aporta la nieve, las bellezas naturales y la tranquilidad de nuestro entorno, donde la dimensión humana es muy importante”, dijo
Además de actividades fijas diferentes del esquí -como paseos nocturnos, caminatas con raquetas, jardines de nieve para los más pequeños y los paseos en trineos o en motos de nieve-, los centros de esquí de Villa La Angostura y San Martín de los Andes -Cerro Bayo y Chapelco, respectivamente-, organizan distintos tipos de eventos durante la temporada.
Entre ellos se cuentan tetratlones (esquí, mountain bike, kayac y running), bajadas de antorchas (espectáculo sincronizado ofrecido por esquiadores profesionales que bajan el cerro de noche con antorchas en sus manos), fiestas electrónicas nocturnas al aire libre y demostraciones de esquí.
En particular, el Centro de Esquí Chapelco ofrece paseos en trineos tirados por perros husquies y el “Chapelco Snow Polo”, una competencia de polo que forma parte de la Word Polo Tour y convoca a los mejores polistas del mundo sobre la nieve patagónica.
“Se trata de la única fecha en Sudamérica de la Asociación Mundial de Polo que se hace sobre nieve, porque los otros centros de esquí lo que ofrecen son demostraciones, torneos locales”, explicó Marcela Ferreiro de la oficina de prensa del Cerro Chapelco.
Por su parte, el Cerro Bayo organiza el torneo “Rugby Xtreme”, el único a nivel mundial que se disputa íntegramente sobre la nieve en un centro de esquí; y el encuentro “Chef de altura” que reúne a los mejores expertos locales e invitados.
Por fuera de los centros de esquí, también hay opciones como caminatas con raqueta, paseos y excursiones lacustres, navegación en veleros o kayaks, rappel, escalada, canopy (tirolesa), travesías en cuatriciclos, cabalgatas por la nieve y avistamiento de aves.
En la mayoría de los casos se trata de opciones no necesariamente relacionadas con la nieve, pero que adquieren un atractivo superior al ser realizadas en entornos naturales privilegiados o por ser prestadas por comunidades mapuches ‘con su propia cosmovisión’.
En San Martín de los Andes, por ejemplo, la comunidad mapuche Vera ofrece cabalgatas guiadas de dos y tres horas por sus territorios, sin que haga falta experiencia previa.
El circuito de ascenso y descenso del cerro Trabunco permite adentrarse en senderos de bosque parcialmente cubiertos de nieve para llegar a un mirador de altura desde donde se puede tener una vista panorámica del lago Lácar, la ciudad de San Martín de los Andes, el Cerro Chapelco y hasta de la frontera con Chile.
Una amplia variedad de actividades propias del turismo de aventura, es la que ofrece el Centro Recreativo La Piedra en Villa La Angostura, donde se puede realizar rappel (descenso con cuerdas por paredes naturales), escalada, canopy (tirolesa), travesías en cuatriciclo y bungy saltarín (bungee dumping pero con arnés y sobre colchonetas)
Tanto Bruni como Vellido destacaron “la calidez y la personalización en el servicio” como una marca registrada de ambas localidades, donde la mayoría de los emprendimientos gastronómicos y hoteleros son de pequeña escala y están atendidos por sus propios dueños.
