El ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, se refirió a la resolución de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que aprobó la propuesta presentada por seis países.
En una declaración distribuida por la cartera a su cargo, el Ministro señaló que en el marco de la postulación del Camino del Inca hay “un trabajo que realiza la cartera de Turismo desde 2012”, y resaltó su “firme convicción de que el turismo y la conservación son aliados estratégicos”.
Por primera vez, una propuesta de este tipo fue formulaa a la UNESCO por seis países: Chile, Ecuador, Argentina, Bolivia, Perú y Colombia, y el tramo argentino alcanza a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.
El archivo presentado tiene gran cantidad de documentos y conforma un expediente de diez tomos y 1.600 páginas, con participación del Ministerio de Turismo, Parques Nacionales, la Secretaría de Medio Ambiente, la Comisión Nacional de Museos, Cultura y organismos de turismo provinciales e internacionales, entre otros.
De los 13 segmentos argentinos, sólo tres son accesibles a partir de ‘puertas’, en su mayoría, capitales provinciales, y se encuentran en Jujuy, Salta y Mendoza, el resto están en lugares remotos, de difícil acceso.
Sin embargo, con esta inscripción definitiva como Patrimonio de la Humanidad, el desafío que Turismo tiene por delante es lograr que estos sitios tan investigados se conviertan en sitios de visitación, con el fin de generar el desarrollo local.
‘Entre los aportes del Ministerio de Turismo, se desarrolló un Plan de Uso Público con programa de visitación como instrumento de gestión para organizar, promover, regular y monitorear las actividades turísticas dentro del Sistema Vial Andino’, afirmó Meyer.
También se contempla ‘el abordaje del diseño y la elaboración de un Manual de Obras Públicas turísticas para su puesta en valor’, detalló el ministro.
Para los 10 segmentos restantes, que tienen un uso científico y con potencial para ser visitables, Turismo diseñó, siempre con el eje en la conservación, planes de visitación de bajo impacto, un trabajo de decodificación y una propuesta de interpretación y de uso turístico de este conjunto.
Las obras se desarrollarán en el mediano plazo, puesto que se trata de una cuestión patrimonial que necesita un relato para poder ser comprendida cabalmente en esta situación de valor universal excepcional, y que, en cuanto a conjunto, requiere de una tarea interpretativa para poder optimizar una visita.