El Club de Observación de Aves de Siguatepeque, en el departamento de Comayagua, abrió oficialmente sus puertas para que todos los turistas nacionales y extranjeros amantes de estos hermosos seres vivos que adornan los cielos, puedan ser apreciados por el ojo humano como nunca antes.
De igual manera, la relajante y pacificadora experiencia de explorar los frescos bosques, permiten escuchar a detalle el canto de más de 200 especies de aves que habitan en esta boscosa región del país.
Una actitud aventurera, ropa cómoda y una cámara fotográfica les bastará a los turistas que se decidan explorar la Reserva Biológica de Montecillos, la Reserva Biológica Experimental San Juan y el Bosque de Calanterique, donde disfrutarán de un verdadero “show” de cantos y de la majestuosidad de estos exóticos animales vertebrados.
Siguatepeque cuenta con recursos naturales de gran valor, biodiversidad, paisajes verdes y hermosos sitios para disfrutar la observación de aves, por lo que la Cámara de Turismo, el Instituto de Conservación Forestal, Agroindustrias del Corral, instituciones educativas y la Oficina de Turismo Municipal, unieron esfuerzos para poner a funcionar este proyecto.
La iniciativa de la creación del Club nace por la presidenta de la Cámara de Turismo de Siguatepeque, Salma de Gómez, quien solicitó a la Asociación Hondureña de Ornitología les diera una capacitación y acompañamiento para posicionar el municipio como destino de práctica del aviturismo. De esta manera se fortalecerán las actividades turísticas existentes como el Festival de las Flores y así aprovechar la importancia de su localización estratégica entre Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Como coordinador del Club de Observación de Aves de Siguatepeque se nombró a Romel David Romero, quien explicó que hay 200 especies de aves reportadas y nuevas por descubrir.