La costa mexicana del océano Pacífico recibió los primeros ejemplares de ballena gris de la temporada migratoria durante la cual estos cetáceos recorren unos 18.000 kilómetros desde el frío mar de Bering, entre Rusia y Alaska.
En los cinco santuarios balleneros del noroccidental estado de Baja California Sur, es posible avistar ya algunas de las 3 mil ballenas que cada año llegan a pasar el invierno y reproducirse tras la mayor migración de mamíferos del mundo.
Las grandes concentraciones de sal de los santuarios ayudan a flotar a estos mamíferos marítimos, por lo que las crías de ballena aprenden a nadar con más facilidad.
Durante los cinco meses de estancia en la costa de México, alrededor de 70.000 visitantes de todo el mundo llegan para observar los cetáceos, lo que supone un impulso económico para la región.
Tradicionalmente los visitantes eran mexicanos y estadounidenses, aunque en los últimos años está aumentando el turismo europeo, atraído por la grandeza de estos cetáceos.