El turismo comunitario se desarrolla en zonas donde están asentadas comunidades rurales, dos de ellas en la Meseta de Somuncura, en cercanías de Valcheta y la zona de Villa Llanquin, Norquinco y Nirihuau.
El turismo rural comunitario tiene la particularidad de ser gestionado por comunidades de pueblos originarios y campesinas, que comparten con el visitante su organización tradicional, saber y cosmovisión, generando ingresos equitativos y complementarios a sus actividades productivas cotidianas.
Las comunidades que conforman esta oferta, organizadas en la Red Argentina de Turismo Rural Comunitario, abren sus puertas invitando al visitante a vivenciar momentos inolvidables junto a culturas ancestrales en paisajes naturales de sorprendente belleza.
La práctica del turismo rural comunitario, a través de vivencias profundas con comunidades locales, es la principal motivación de los viajeros que saben apreciar los valores patrimoniales intangibles de la cultura viva.
Este tipo de turismo rural permite al visitante alojarse en posadas comunitarias, viviendas familiares acondicionadas para este fin o en camping. Pueden realizarse actividades recreativas en pleno contacto con la naturaleza, en compañía de guías locales: senderismo, paseos en bicicleta, en lancha o a caballo.