La vía, que une las ciudades Puerto Iguazú con Bernardo de Irigoyen, ofrece numerosos atractivos que incluyen un parque nacional y dos provinciales, en el llamado Corredor Verde
La ruta nacional 101, que une las ciudades fronterizas de Puerto Iguazú, en el extremo noroeste de Misiones, con Bernardo de Irigoyen, en el oriente provincial, ofrece numerosos atractivos que incluyen un parque nacional y dos provinciales, en un recorrido de poco más de 150 kilómetros por la Selva Paranaense.
Se trata de un recorrido que se presenta como un complemento válido del tradicional paseo por las Cataratas del Iguazú, cuyo derrotero permite apreciar buena parte del llamado Corredor Verde misionero, al atravesar el Parque Nacional Iguazú y los provinciales Yacuí y Urugua-í.
El buen clima acompañó la ruta estuvo en buenas condiciones para ser transitada, aún las partes donde es sólo un camino de tierra colorada consolidada, como los primeros 47 kilómetros.
Tras dejar la ciudad de las Cataratas, se entra en la zona menos visitada del Parque Nacional Iguazú y se comienza a percibir el fuerte contraste de la tierra extremadamente colorada con el verde que la rodea, en un monte que por momentos parece cerrarse frente al observador.
La Seccional Yacuí de la Administración de Parques Nacionales anuncia el fin del monte, a la altura del paraje Cabureí, una sucesión de casa bajas preanunciada por signos de desmonte, distante siete kilómetros del reinicio del asfalto.
A partir de allí, ese asfalto prolijo y bien delimitado lleva por paisajes salpicados de bosques de pinos y araucarias que aún resisten el embate de las chacras productivas de la zona.