La media de partículas contaminantes en Pekín se situó en 85,9 microgramos por metro cúbico, una cantidad que duplica el objetivo oficial marcado por el gobierno de China, según el Informe del Medio Ambiente de Pekín 2014.
Las partículas PM 2,5, que son las más pequeñas y dañinas para la salud, no deberían sobrepasar el umbral de salubridad fijado por la Organización Mundial de la Salud y que recomienda un límite de 25 microgramos.
El Informe del Medio Ambiente de Pekín de 2014, divulgado por la agencia medioambiental del gobierno municipal, revela que la media de las emisiones de dióxido de nitrógeno también excede los estándares, mientras que las de dióxido de sulfuro y óxido de nitrógeno cayeron el 9,35 por ciento y el 9,24 por ciento, respectivamente.
Pekín puso en marcha a finales de marzo un nuevo programa para medir y reducir los niveles de contaminación que reemplace al anterior, lanzado en octubre en 2013.
Además, su gobierno ha anunciado que en 2016 cerrará la única central térmica de carbón que se mantiene activa en la ciudad.