Gente de todo el mundo está sintiendo, o pronto sentirá, los efectos del evento de El Niño más fuerte desde 1997/98, que se desarrolla en la zona oriental del Océano Pacífico ecuatorial.
Nuevas observaciones satelitales de la NASA están empezando a mostrar a los científicos su impacto en la distribución de la lluvia, el ozono troposférico y los incendios forestales en todo el mundo.
Resultados presentados en la reunión de la Unión Geofísica Americana en San Francisco muestran que los ríos atmosféricos, fuentes importantes de lluvias, tienden a intensificarse durante los eventos de El Niño, y este año probablemente traerá más precipitaciones a California y un poco de alivio para la gran sequía que padece.
Los ríos atmosféricos son de corta duración, corrientes estrechas de viento que llevan vapor de agua de los océanos tropicales a las áreas terrestres de latitudes medias, informa la NASA.
El Niño, es un fenómeno natural que ocurre cuando las temperaturas superficiales del mar en el Océano Pacífico ecuatorial se calientan. El aumento de las temperaturas de la superficie del océano influye en el aire y el movimiento de la humedad en todo el mundo.