La Comisión Europea planteó una estrategia integral para guiar las actividades en la región del Ártico, centrada, entre otras cuestiones, en limitar la contaminación para atenuar los efectos del cambio climático, contribuir a un desarrollo sostenible y respetar los derechos de sus habitantes.
La comunicación presentada por la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, y el Ejecutivo comunitario, busca ‘reforzar el compromiso e incrementar sus actuales actuaciones en la región” mediante 39 acciones centradas en la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible o la cooperación internacional.
Ese enfoque, según la CE, estará basado en “la especial importancia que se concede a la investigación, la ciencia y la innovación’.
Como acciones concretas, la CE propone mantener sus compromisos de reducción de emisiones de CO2 (un 40% para 2030 y 80% para 2050), mejorar la coordinación entre los programas de financiación de la Unión Europea pertinentes para el Ártico e identificar prioridades, o seguir cooperando con sus socios y participando en los foros internacionales.
Además, asegura que mantendrá sus compromisos con los pueblos indígenas y las comunidades locales para ‘garantizar que se respeten sus derechos’ y que sus opiniones queden reflejadas en las políticas para la región.