La muerte de toneladas de peces y moluscos en el litoral de Vietnam ha reabierto el debate en el país sobre la protección medioambiental y ha avivado las críticas al régimen comunista por su opacidad en la gestión de la crisis.
Según la prensa estatal vietnamita, más de 30 toneladas de peces y 100 toneladas de almejas han aparecido muertas en las costas del centro de Vietnam en las últimas cuatro semanas.
El lugar más afectado es la localidad de Vung Ang, en la provincia de Ha Tinh, próxima al complejo siderúrgico taiwanés Formosa, al que miles de vietnamitas acusan de envenenar el mar con aguas residuales.
Las acusaciones contra la compañía extranjera se multiplicó cuando uno de sus directivos, Chu Xuan Pham, advirtió por la televisión de que ‘antes de comprar la tierra, la empresa ya advirtió a los pescadores de que cambiaran de trabajo’.
‘La gente tiene que elegir entre desarrollar un complejo siderúrgico o pescar y vender pescado, pero no se pueden tener las dos cosas’, aseguró Pham, a quien sus declaraciones le han costado el puesto.