Un equipo de ingenieros civiles y arquitectos de la Universidad Nacional de Córdoba desarrollaron un sistema para aprovechar el calor acumulado debajo del suelo, resultado de la radiación solar, para acondicionar viviendas.
Con un sistema de cañerías ubicadas a pocos metros debajo del suelo, obtuvieron una temperatura ambiente confortable de 18 grados durante todo el año.
El método funciona por intercambio de aire y ya se probó con muy buenos resultados en dos viviendas de Córdoba: una, ubicada en la ciudad, y la otra, en la localidad Mayu Sumaj, en el Valle de Punilla.
Ahora esperan testearlo en un edificio de Ciudad Universitaria. Una alternativa natural de acondicionamiento térmico, que asegura un importante ahorro de energía, a muy bajo costo.
La temperatura media anual que existe en las capas superficiales de la Tierra (cuatro metros aproximadamente por debajo de la superficie) es similar a la temperatura media anual de esa latitud. Es decir, que la temperatura aumenta levemente a medida que descendemos, y esto ocurre con independencia de las condiciones climáticas externas.
A partir de este principio, los especialistas universitarios trabajan con un sistema conocido en el mundo como ‘geotermia superficial o de baja entalpía’, que consiste en la instalación de cañerías o tubos colocados en excavaciones de escasa profundidad, para que funcionen como intercambiadores de calor, mediante la ayuda de un pequeño ventilador eléctrico ubicado en el conducto que traslada la temperatura de la profundidad, acondicionando el ambiente.
Este método funciona tanto para calefaccionar ambientes en invierno, como para refrigerarlos durante el verano, y sirve de apoyo a las modalidades de calefacción y refrigeración convencionales, además de ayudar a realizar un uso eficiente de la energía.