El ingeniero Víctor Li de la Universidad de Michigan ha creado un nuevo tipo de hormigón que tiene la propiedad de autorepararse cuando aparecen grietas sobre su superficie.
Su creador asegura que este nuevo material se repara gracias a la acción del agua de la lluvia o del dióxido de carbono presente en la atmósfera. Las estructuras de hormigón actuales van reforzadas con barras de acero para evitar, precisamente, la aparición de esas grietas. La utilización del hormigón que se autorepara harían innecesarios los refuerzos de acero.
Otra de sus características es su flexibilidad, que hace que se comporte más como metal, que se dobla sin romperse.
Así, unos cuantos días lloviendo serían suficientes para reparar un puente construido con este nuevo hormigón, afirman los ingenieros. La autoreparación es posible porque el material está diseñado para doblarse y romperse en líneas irregulares, como ocurre cuando se rompe un pelo, en lugar de romperse causando grandes espacios, que es cómo suele romper el hormigón.