Cada 10 de Diciembre, desde 1997, se conmemora en varios países el Día Internacional de los Derechos Animales, fecha en la que se realizan cientos de acciones mediáticas y educativas, con el principal objetivo de informar a la sociedad sobre la circunstancia que viven los animales en las principales áreas donde se les explota y extermina, así como divulgar qué es el especismo.
Desde 1978 existe la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, en la que se establecen los derechos fundamentales que todos los animales, independientemente su especie, deben tener garantizados.
Los 14 artículos que conforman esta Declaración Universal, pueden sintetizarse en cuatro derechos básicos: la vida, la libertad, no sometérseles a situaciones que les generen dolor, y no considerárseles propiedad.
La especie humana viola sistemáticamente los citados derechos, concibiendo a los demás animales como meros recursos a su disposición. El uso que de los animales hacemos, es la consecuencia de nuestros hábitos de consumo; por ello, es fundamental informar a la sociedad sobre las muchas opciones de consumo ético que existen para satisfacer nuestras necesidades alimenticias, de salud e higiene, vestimenta y entretenimiento.
Estas acciones, sin duda, han dado lugar a un mayor debate público y político sobre el concepto de derechos de los animales, porque no podemos hablar de paz y no violencia mientras todavía mueren millones de animales en campos de concentración, los mataderos, barcos pesqueros, laboratorios de experimentación animal e industrias peleteras.