Científicos en Reino Unido han detectado ‘niveles extraordinarios’ de contaminación provocados por la actividad humana en dos de las fosas oceánicas más profundas del planeta.
La investigación, desarrollada por la Universidad de Aberdeen, en Escocia, sugiere que los altísimos registros de polución hallados en dos depresiones marinas, que se encuentran a más de 10 mil metros de profundidad y alejadas de áreas industriales, demuestran que la contaminación antropogénica en la superficie puede llegar hasta los rincones más remotos del mundo.
‘Los niveles de contaminación eran considerablemente más altos que los medidos en regiones próximas a zonas fuertemente industrializadas, lo que plantea la existencia de una bioacumulación de contaminación antropogénica y apunta a que estos contaminantes son omnipresentes en los océanos del mundo y en sus profundidades’, explicó el equipo de investigación, liderado por el experto Alan Jamieson.
Para el estudio, analizaron muestras de crustáceos anfípodos recogidas por sumergibles ‘Deep-sea Landers’ en la fosa de las Marianas y de las Kermadec, situadas en el océano Pacífico norte y sur, respectivamente, y separadas entre ellas por unos 7 mil kilómetros de distancia.
Los crustáceos capturados en las Kermadec y en las Marianas, a unas profundidades de entre 7.227 y 10 mil metros y 7.841 y 10.250 metros, respectivamente, tenían niveles de contaminación similares o superiores a los presentes en la Bahía de Suruga, una de las zonas del noroeste del Pacífico más castigadas por la polución industrial.