Es uno de los ganadores del premio Impulso para el Cambio de ONU Cambio Climático. Con sede en Gloucestershire, Inglaterra, ha introducido muchas medidas de sostenibilidad, incluidos paneles solares, puntos de recarga de vehículos eléctricos, reciclaje de agua, una cortadora de césped eléctrica, un campo orgánico y un menú totalmente vegano para jugadores y aficionados.
Naciones Unidas destaca, sobre todo, cinco puntos clave de este equipo. Su huella de carbono absoluta ha disminuido un 3% desde 2017; la huella de carbono por espectador ha descendido un 42% desde la temporada 2011/12; en la temporada 2016/17, el equipo recicló más del 8% del agua utilizada en el suministro principal; en la siguiente temporada, redujo la cantidad de desechos producidos un 14.7%; por último, el Forest Green Rovers es el único club que cuenta con la acreditación EMAS (Eco-Management and Audit Scheme).
En general, los clubes de fútbol pueden tener un gran impacto en el medio ambiente. Mantener un terreno de juego en las mejores condiciones requiere agua, calefacción para evitar el congelamiento y equipos de iluminación intensivos en energía para el crecimiento de la hierba. Además, los reflectores, pantallas de video y marcadores pueden demandar grandes cantidades de electricidad, por no hablar de los miles de seguidores que van a los partidos cuyos vehículos emiten dióxido de carbono y generan grandes cantidades de desperdicios.
¿Que medidas ha tomado este club de fútbol? Entre otras, está reduciendo una cantidad significativa de la energía utilizada en su estadio, The New Lawn en Nailsworth, a través de la instalación de paneles solares y es el primer club de fútbol en adoptar una dieta completamente vegana, una forma efectiva de combatir el cambio climático. La producción de alimentos, especialmente la industria cárnica y láctea, tiene un impacto masivo en el clima y los recursos naturales. También ha instalado puntos de carga para facilitar a los jugadores y visitantes el uso de vehículos eléctricos y ha proporcionado un esquema de ‘estacionamiento y transporte’ para reducir la congestión y las emisiones de los vehículos.
Alrededor del estadio, el agua de lluvia es recolectada y reciclada; todo el aceite de cocina de desecho se recicla en biocombustible; y el terreno de juego es cortado por el primer cortacésped robótico alimentado con energía solar que se utiliza en el fútbol británico. El ‘mow bot’ utiliza la tecnología GPS para guiarlo automáticamente por el terreno de juego sin necesidad de intervención humana. Los agricultores locales usan los recortes de hierba del estadio para acondicionar su suelo.
Todo el club funciona con energía 100% ecológica de la firma de energía Ecotricity, parte del cual se genera in situ a partir de paneles solares en el techo del estadio y un rastreador solar en la entrada del campo.
También hace una destacada contribución social a la comunidad local a través de varios programas diseñados para tener un impacto duradero. Difunde el concepto la sostenibilidad a través de su ‘Ambassador Scheme’, que proporciona un vínculo valioso entre el Forest Green Rovers y las escuelas locales. Al convertirse en embajadores, los estudiantes tienen la oportunidad única de ver cómo el equipo ha desarrollado su agenda ‘verde’ y cómo los valores del club son respaldados y respaldados por los jugadores.
