Más de 4,8 millones de hogares en China cambiaron sus calefacciones contaminantes de carbón por otras operadas con gas o electricidad en 2018 como parte del programa de lucha contra la contaminación atmosférica impulsado por Pekín, según informó este lunes el Ministerio de Ecología y Medioambiente.
El ministro de esta cartera, Li Ganjie, aseguró en una rueda de prensa que, a pesar de que “la situación no invita al optimismo”, la cifra de hogares que participaron de este programa superó a la de 2017, cuando se situó en casi 4 millones.
Asimismo, el número de ciudades que participan en el programa piloto de calefacción limpia subió de 12 a 35.
Según Li, los resultados de la lucha contra la contaminación del Ejecutivo chino “se vieron gradualmente”: en 2018 la proporción de días “excelentes” en términos de calidad del aire creció 1,3 puntos porcentuales hasta el 79,3 % en las 338 ciudades estudiadas, en las que la concentración de las partículas PM2,5 -las más dañinas para la salud- bajó en un 9,3 %.
De hecho, en las tres ‘áreas clave’ (zonas de gran contaminación como Pekín y sus alrededores o el delta del río Yangtsé), el descenso medio fue aún mayor (11,8%).