La cantidad de tortugas marinas que quedan atrapadas en las playas de New England ha aumentado en nieles alarmantes. Solo este año, los voluntarios de un santuario local han encontrado a 829 ejemplares en la arena. La mitad de ellas estaban ya sin vida, muchas completamente congeladas. La cifra es el doble de lo hallado en el 2016 y 10 veces más que en el 2008.
Cabo Cod, una península en el extremo oriental de Massachusetts, es uno de los puntos donde más ocurre este tipo de muertes de tortugas en todo el mundo.
Algunos expertos asocian este fenómeno al cambio climático asociado a las condiciones del lugar: los animales llegan atraídos por las aguas cálidas, pero rápidamente se encuentran con las corrientes frías del océano. Poco a poco, no puden moverse ni alimentarse. Las pocas sobrevivientse demoran meses en recuperarse
“Cuando llegan a la zona, se les ve moribundas, especialmente en diciembre”, indicó Adam Kennedy, biólogo del acuario de New England.
El fenómeno podría agravarse porque se espera que las aguas del golfo de Maine sigan calentándose, atrayendo a las tortugas del golfo de México y llevándolas a una trampa mortal.