Una ciudad china, Shenzhen, ha redactado una ley para prohibir a los residentes comer carne de perro para mejorar la seguridad alimentaria a raíz del nuevo brote de coronavirus. Activistas de animales han exigido al gobierno del gigante asiático que prohíba el consumo de perros durante años. Si se aprueba esta propuesta, será la primera de este tipo en el país.
El festival anual de carne de perro en Yulin es uno de los festivales de comida más controvertidos en China. Allí, miles de perros son cruelmente asesinados, desollados y cocinados con sopletes antes de ser comidos por los lugareños. Además de los perros, el documento propuesto prohíbe también en la mesa la carne de serpiente, rana y tortuga.
La noticia llega después de que China haya prohibido todo el comercio y el consumo de animales salvajes, una práctica considerada responsable de la epidemia de virus mortal del país. Los legisladores de Shenzhen, una localidad de alrededor de 13 millones de personas, están esperando los comentarios de la sociedad antes de firmarlo.
Los funcionarios describieron la regulación como el “requisito de civilización universal de una sociedad moderna”. El objetivo es “satisfacer aún más las necesidades diarias de las personas”.
Según el documento, nueve tipos de ganado son adecuados para que las personas coman y se alimenten. Se trata de cerdos, vacas, ovejas, burros, conejos, gallinas, patos, gansos y palomas. Los residentes también pueden cenar animales acuáticos permitidos por la ley.
El máximo comité legislativo de China aprobó el lunes una nueva legislación para prohibir todo comercio y consumo de animales salvajes. Pekín aún no ha revisado su ley de protección de animales salvajes, pero la aprobación de la propuesta fue “esencial” y “urgente” para ayudar al país a ganar su guerra contra la epidemia, señaló el diario local ‘People’s Daily’.
La fuente exacta del nuevo coronavirus, conocido como COVID-19, permanece sin confirmar. Los científicos especulan que se originó en murciélagos, serpientes, pangolines o algún otro animal. Solo en China, la crisis de salud se ha cobrado al menos 2.715 vidas e infectado a más de 78.000 personas.