Aramí y Mbareté son los dos primeros yaguaretés nacidos en el Iberá luego de al menos 70 años.
El 6 de junio de 2018, Tania parió dos cachorros en el Centro de Reintroducción de la especie, un proyecto de Conservation Land Trust (CLT), Parques Nacionales y el Gobierno de Corrientes, en la isla San Alonso.
Aramí (Cielito), hembra, y Mbareté (Fuerte), macho, cumplieron dos años ayer y, como señala la Fundación Rewilding Argentina, “son un símbolo de la recuperación de los ecosistemas degradados”.
Sus nombres fueron elegidos por niños de la región mediante una votación. Su padre se llama Chiqui.
Rewilding Argentina recuerda el nacimiento de los dos yaguaretés con la mención de la encíclica papal Laudato si, en la que “nos convocaba al cuidado de nuestra casa común y al respeto de todas las formas de vida que comparten con nosotros el planeta”.
El papa Francisco “realizó en esta encíclica un enérgico llamado a combatir la degradación ambiental. Aramí y Mbareté son un símbolo de la recuperación de los ecosistemas degradados. La esperanza de una nueva relación entre todas las especies que habitamos la Tierra”, afirma Rewilding Argentina.
Tompkins Conservation considera que los dos yaguaretés “jugarán un papel clave” en el proyecto pionero de rewilding. “Junto a otros jaguares, están siendo preparados para su eventual liberación en los vastos humedales protegidos de Iberá”, anticipa.
El yaguareté (o jaguar) es el felino más grande de América y la especie “está en peligro crítico de extinción en Argentina, habiendo perdido el 95 % de su rango histórico”.
Sebastián Di Martino, director Rewilding, explica que “ocupa la parte superior de la cadena alimentaria en Iberá. Su presencia es vital para lograr un ecosistema saludable y completo con un complemento completo de especies que sirven su papel ecológico”.
“Estos hermanos fueron los primeros nacidos en nuestro Centro de Reintroducción, una instalación de última generación y la mayor en el sitio Centro de felinos en América”, dijo.