Para evitar cambio climático, la extinción y las pandemias, un estudio recomienda proteger el 50 por ciento de la Tierra

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Apoyados por megadatos de la plataforma geográfica de Google, un equipo de científicos y expertos elaboró el primer análisis exhaustivo a nivel global sobre cuáles son las áreas terrestres esenciales para la diversidad biológica y la resiliencia climática, y concluyeron que éstas representan el 50.4% de la superficie del planeta.

El estudio se publicó en la revista Science Advances y se tituló: “La ‘Red de Protección Global” para revertir la pérdida de la biodiversidad y estabilizar el clima de la Tierra y destaca la importancia de salvaguardar y restaurar el mundo natural para poder abordar tres crisis convergentes: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la aparición de nuevos virus, como el COVID 19.

Los datos compilados para la Red de Protección Global están disponibles a través de una aplicación web interactiva y desarrollada por One Earth en asociación con Google Earth Engine. Los usuarios pueden dar clic sobre un país, estado o ecoregión para conocer la conformación de las zonas de importancia biológica para cada una de las regiones.

Eric Dinerstein, el autor principal del informe, dijo: “Este es el primer mapa digital de su clase que crea un un ‘esquema’ para salvar la vida en la Tierra. Se basa en la red actual de áreas protegidas pero que se entreteje con parcelas desprotegidas que conservan la riqueza biológica de la Tierra. Al conectar estas parcelas mediante corredores de vida silvestre se podría crear una verdadera red de seguridad, la que podrá protegernos de mayores pérdidas de biodiversidad y de futuras pandemias, mediante la conservación de hábitats que eviten que las enfermedades zoonóticas se transmitan a poblaciones humanas”.

Por su parte, Tanya Birch, representante de Google Earth Engine, indicó: “Ahora contamos con un detallado mapa global que ayudará a guiar las políticas para restaurar la relación de la humanidad con la naturaleza. Este es un un momento en el que necesitamos entender al planeta Tierra como un sistema, más que nunca antes”.

Google dedicó más de una década al desarrollo de tecnologías para analizar el planeta a una escala sin precedentes. Aprovechando tecnologías avanzadas de computación, la Red de Protección Global ofrece una hoja de ruta dinámica para salvar el planeta. La tecnología permite implementar la ciencia a gran escala y la ciencia es clara: el tiempo para actuar es ahora”, enfatizó Birch.

Puntos clave del informe

Este esfuerzo de investigación de dos años se basó en múltiples conjuntos de datos a escala mundial, para identificar áreas que requieren conservación más allá del 15.1% que actualmente ya está bajo protección. Estas han sido compiladas en cinco capas principales a una resolución de 1 km: Sitios con Especies Raras, Zonas de Alta Biodiversidad, Zonas en las que habitan Grandes Mamíferos, Áreas Silvestres Intactas y Zonas de Estabilización para el Clima.

El reporte concluye que se necesita un 35.3% de áreas de biodiversidad adicionales para conservar zonas de importancia específica para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Cincuenta ecoregiones y veinte países contribuyen desproporcionadamente al total. Una prioridad inmediata que se identificó es la protección del 2.3% de las áreas terrestres, que son un valioso hábitat para las especies más amenazadas del mundo.

Karl Burkart, director de One Earth, dijo: “Si sobrepasamos 1.5°C en el aumento promedio de la temperatura global, será difícil, si no imposible, alcanzar los objetivos de la Convención de la Biodiversidad de la ONU. Y si fallamos a la hora de proteger terrenos para servicios ecosistémicos y secuestro de dióxido de carbono, no podremos lograr el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Las dos convenciones están entrelazadas”.

Según Burkart, existe una cantidad muy limitada de zonas naturales que podrían tener usos humanos antes de que dejemos pasar la ventana de los 1.5°C, el umbral máximo de la temperatura que ofrece seguridad climática a la humanidad. “Por lo tanto, necesitamos proteger todas las tierras naturales restantes antes de 2030, aproximadamente el 50% de la Tierra, para lograr salvar la biodiversidad y estabilizar nuestro sistema climático global”, continuó.

El análisis incluye estimaciones sobre el almacenamiento de dióxido de carbono por capas, logrando así que este mapa también sea relevante en la toma de decisiones con respecto a los compromisos gubernamentales bajo el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático (UNFCCC). El informe también destaca el importante rol de los territorios indígenas en la protección de la biodiversidad y para revertir el cambio climático. Estos territorios indígenas cubren el 37% de las áreas definidas por la Red de Protección Global.

Anup Joshi, de la Universidad de Minnesota, agregó que el bosque juega un papel importante en la captura de dióxido de carbono y es crucial para alcanzar los objetivos respecto al calentamiento global definidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. “La Red de Protección Global encuentra que un cuarto del área terrestre del planeta corresponde a regiones forestales (32.8 M km2), de las cuales solo el 28% está protegido. Resguardar los bosques restantes, que contienen más de 1.3 billones de toneladas de dióxido de carbono, son esenciales para mantener el balance de nuestro sistema climático global”, dijo.

Asimismo, Greg Asner, experto de la Universidad de Arizona, indicó que la Red de Protección Global es una poderosa hoja de ruta para mitigar el cambio climático y evitar el colapso de nuestra infraestructura biológica natural: “esta herramienta genera información en todos los niveles, desde el local hasta el nacional, pero es imperativo que los gobiernos nacionales actúen rápidamente para desarrollar un plan de acción detallado para alcanzar estos objetivos”.

Por otro lado, Globaïa, una organización dedicada a la investigación científica, elaboró un análisis complementario sobre la forma de enlazar terrenos a escala mundial, y demostró que una superficie terrestre relativamente pequeña, aproximadamente 350 millones de hectáreas, podría conectar entre sí fragmentos aislados de la naturaleza, aumentando la resiliencia de los ecosistemas y de nuestra biosfera como un todo.

Manno França, de Globaïa, afirmó al respecto: “Los corredores biológicos son las conexiones sinápticas de los hábitats. Sin ellos, los ecosistemas eventualmente se degradarían y dejarían de existir. En un mundo que cambia rápidamente, la conectividad entre áreas protegidas y terrenos indígenas es vital para la supervivencia de los ecosistemas y del flujo genético de las especies”.

Otra de las autoras del informe, Carly Vynne-Baker, resaltó que la Red de Protección Global muestra una forma de avanzar en la conservación de zonas con vida silvestre y confirma que la naturaleza no se encuentra en unos pocos lugares remotos y lejanos: “La humanidad entera merece tener acceso a la naturaleza y a los innumerables beneficios que provee para nuestra salud mental, física y espiritual”, aseveró.

Es la primera vez que un documento presenta un enfoque “común pero diferenciado” para las metas de cada una de las áreas definidas bajo el marco del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará el año próximo en Kunming, China. Cada una de las 846 ecoregiones del mundo presenta una combinación única de capas, es por esto que el documento recomienda metas de conservación, diferenciadas por áreas, dentro de cada país.

El equipo de especialistas estuvo liderado por la organización de investigación científica Resolve, en colaboración con las universidades estadounidenses de Minesota y Arizona, las ONGs de difusión científica Globaïa y One Earth, y Google Earth Engines.

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