La muerte del jaguar Orlando impactó directamente entre los ecologistas que luchan por la defensa de los animales y que desde hace varios meses encabezan una campaña para que el Zoológico de Mendoza sea cerrado. El último de su especie en la provincia y murió el domingo cuando estaba en su jaula.
‘El domingo 5 del corriente el cuidador lo encontró en la forma habitual. Desde las 11 a las 13:30 hs. una voluntaria de la Fundación Yaguareté, que desde hace un año monitorea el comportamiento los fines de semana, estuvo observándolo mientras el jaguar dormía sobre un tronco. Ella lo llamó y respondió levantado la cabeza y abriendo los ojo, tenía una respiración disneica’, establece el comunicado oficial.
Añade que ‘unas horas después el capataz de turno Tiburcio Hernández observó que el animal no se movía y llamó al veterinario de turno el Dr. Oscar Ríos. En ese momento se cortó el camino y se desviaron los paseantes para que los operarios pudieran trabajar, quienes verifican que el animal se encontraba sin vida, pero que todavía mantenía temperatura, indicando que su deceso había sido reciente. Aproximadamente a las 16 se lo llevó a la cámara frigorífica para su conservación’.
Una oyente de Radio Nihuil dijo: ‘El domingo fui al Zoológico con mi hijo y se quedó impresionado los animales en mal estado. El jaguar estaba muerto en la jaula, como descomponiéndose y lleno de moscas. Parece que nadie se había dado cuenta’.
Se realizó una protesa en la Casa de Gobierno: ‘para pedir por el cierre gradual del Zoo, traslado del oso polar Arturo y el maltrato de animales’, según explicaron desde la organización Eco Lógicos, que juntan firmas en la Peatonal Sarmiento para el tercer petitorio (ya presentaron dos en febrero) con el que buscan que especialistas ajenos al espacio provincial puedan evaluar la salud del oso polar y determinar si puede ser llevado a un centro especializado de Canadá.
Oikos realizó una presentación en la Cámara de Diputados, para que la Comisión de Ambiente cite a las autoridades locales a rendir cuentas sobre el estado de ese espacio y las condiciones de los animales.
La versión oficial insiste en que el Jaguar -que llegó al zoológico en 1990 recuperado del Circo Hermanos Tejedor y que habría nacido en 1989-, murió de patologías asociadas a su vejez, si bien en estos días harán la correspondiente necropsia para determinar las causas.
La Panthera Onca “jaguar” o “yaguareté” en guaraní significa “verdadera fiera”, tienen una probabilidad de vida en libertad de 11 a 12 años y en cautiverio 23 a 25 años. Orlando tenía 24 años.