George Adams, de 91 años, cree que la madre naturaleza ha sido muy buena con él durante toda su vida, por lo que está haciendo un esfuerzo por retribuir. George ha pasado su jubilación construyendo más de 900 pajareras.
Lo que comenzó como un pasatiempo para la jubilación, le ha dado a George un propósito en su vida. Él voluntariamente instala pajareras en postes hidráulicos en las carreteras alrededor del condado de Huron en el suroeste de Ontario, Canadá y las mantiene durante todo el año. Según el último recuento, había más de 900 pajareras.
George, tarda unos 20 minutos en construir una casita para pájaros. Puede moverse lentamente, pero su proceso es suave y preciso. Sabe cuándo cambiar de una herramienta eléctrica a otra, o cuándo sustituir un clavo grueso por uno aún más grueso que “le durará más”. La construcción de las pajareras comenzó hace unos 20 años cuando Adams se retiró de su granja de ganado.
Estaba buscando algo que hacer cuando se mudó a Ontario, no le gustaba la idea de quedarse sentado sin hacer nada.
Cuando comenzó le dijeron que no se podían ubicar pajareras en postes hidráulicos, pero él puso igual 25 pajareras el primer año y nadie dijo una palabra. Por lo tanto, continuo con su propósito, poniendo más y más cada año.
Adams comenzó a marcar las ubicaciones de las casitas para pájaros en 2001, pero ha estado marcando más que eso en su bloc de notas “Cada marca es una casita para pájaros limpia”. Adams usó el bloc de notas este otoño para visitar todas y cada una de las casitas para pájaros, para limpiarlas y prepararlas para la primavera. Le tomó alrededor de tres semanas. Algunos días traía amigos y familiares; otros días, lo hizo solo. En promedio, limpiaba entre 50 y 100 pajareras al día, pero un día, hizo 150. Le complació encontrar el 99 % de las pajareras ocupadas.
Al colocar las pajareras Adams tiene cuidado de no ponerlas en postes cerca de zanjas porque con el tiempo, una zanja puede volverse demasiado empinada para él, prefiere un terreno plano. Su diseño es más elaborado que el de una típica pajarera. Cada una tiene un techo de especial para evitar la lluvia o la nieve. La madera que utiliza le es donada por sus vecinos.
Este hombre ha construido cientos de pajareras adicionales para que otras personas las coloquen en sus propios postes hidráulicos. Las vende por $10, y todos los ingresos se destinan a la investigación del cáncer de próstata. Siempre Lleva media docena de pajareras en el coche. Adams se sometió a radiación por cáncer de próstata hace cuatro años. A lo largo de los años, ha recaudado más de 10.000 dólares.
El trabajo de Adams no solo es inspirador, también ayuda a abordar el problema de la pérdida de hábitat, algo que la población de aves de Canadá ha estado sufriendo durante mucho tiempo.