Un nuevo estudio del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona y el Instituto Polar Noruego (NPI, por sus siglas en inglés) ha revelado que la pérdida de hielo marino amenaza el futuro de las poblaciones de aves marinas del Ártico, la mayoría de las cuales se alimentan preferentemente de peces y crustáceos que se hallan en los bordes del hielo marino.
La investigación, publicada recientemente en la revista especializada Diversity and Distributions, evalúa la relación entre el retroceso del hielo marino en las últimas décadas y el descenso simultáneo de las poblaciones de aves marinas del Ártico, y aporta algunas de las escasas evidencias empíricas que relacionan los cambios en la criosfera ─la parte del sistema terrestre donde el agua se encuentra en forma sólida─ con la dinámica poblacional de los grandes depredadores del Ártico.
“El Ártico se calienta más rápido que cualquier otra región de la Tierra, lo que ha provocado una reducción muy rápida y pronunciada de la extensión, el grosor y la duración estacional del hielo, que se espera que tenga importantes efectos en la vida silvestre del Ártico”, explica el investigador del NPI Sébastien Descamps, que añade que “dado que las respuestas de las poblaciones de los organismos del Ártico a la falta de hielo marino no siempre son directas, ya que las distintas especies y poblaciones suelen responder de manera diferente, estudios como éste son clave para entender el impacto su pérdida en los ecosistemas del Ártico”.
Declive en las poblaciones debido al deshielo
Para la realización del estudio, los investigadores se desplazaron hasta las islas Svalbard, un archipiélago noruego ubicado en una de las zonas más al norte del Ártico, para observar dos de las aves marinas más comunes de la zona ártica, el arao de Brünnich (Uria lomvia) y la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla). Ambas se alimentan básicamente de organismos asociados al hielo, y esto las convierte en especies ideales para evaluar la importancia de las condiciones de este y la dinámica poblacional de las especies del Ártico.
Durante el periodo de 1988 hasta 2018, se monitorizaron varias colonias de estas dos especies que nidifican en el archipiélago y se evaluó el tamaño de sus poblaciones. Gracias a este seguimiento, se observó que ambas habían disminuido desde mediados de la década de 1990.
Los nuevos análisis realizados ahora no solo revelan tendencias similares a largo plazo en la dinámica de las aves y el hielo marino, sino que también desvelan que la concentración de hielo marino está asociada al tamaño de las colonias con un desfase de dos años.
“Intuimos que las malas condiciones del hielo marino en un año determinado conducen a una baja disponibilidad de alimentos dos años después. Esto afectaría a la probabilidad de cría y, por lo tanto, al tamaño de las colonias de gaviotas, araos y, probablemente, la de otros depredadores que se alimentan de presas relacionadas con este”, detalla Francisco Ramírez, investigador del ICM-CSIC.
Efectos del cambio climático
Si bien este estudio aporta pruebas consistentes que señalan al deshielo del Ártico como posible causa de los descensos de las poblaciones de estos animales, los autores subrayan que las variaciones en el hielo marino sólo explican una parte relativamente pequeña de los cambios observados en el tamaño de las colonias, lo que sugiere que hay otros factores locales o regionales que podrían afectar las tendencias poblacionales de las gaviotas y los araos.
En este sentido, los expertos sostienen que la presencia de glaciares que liberan grandes volúmenes de agua de deshielo puede crear zonas clave de alimentación a pequeña escala que favorezcan a determinadas aves marinas que se alimentan en la superficie, como las gaviotas. Como consecuencia de ello, el impacto del calentamiento del océano y el deshielo del mar sobre los organismos del Ártico puede diferir entre especies y áreas geográficas.
“Todo ello pone de relieve la necesidad de contar con programas de seguimiento amplios y a largo plazo destinados a evaluar la dinámica de las poblaciones de distintas especies del Ártico si queremos entender cómo afectará el cambio climático a esta zona en el futuro”, concluyen los investigadores.