Los centros urbanos generan el 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) y el transporte por carretera representa el 12% de ellas por lo que la movilidad sostenible juega un papel clave en encontrar soluciones.
La movilidad urbana es una cuestión clave para avanzar en la descarbonización, pues el desafío climático se ha ido agravando y “actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades” y en 2025 se estima que serán dos tercios”, explica Leonor Barrueco, vicepresidenta sénior de Crecimiento de Cabify.
Lo detalla en “Construyendo la nueva movilidad sostenible”, una columna en EFEverde.com de la Agencia EFE con motivo de la Cumbre del Clima, la COP26 que se esta celebrando en Glasgow, Reino Unido, en la que asegura que “posiblemente, nos enfrentamos a nuestra última oportunidad para evitar consecuencias irreversibles”.
Ante este reto, “las ciudades son absolutamente fundamentales y han de avanzar hacia la descarbonización y una economía más centrada en las personas”, argumenta esta experta en movilidad urbana.
Barrueco cita al urbanista italiano Bernardo Secchi para recordar que actualmente se da la paradoja de que pese al estancamiento poblacional, la mayoría de las urbes europeas siguen creciendo geográficamente y asociado su impacto potencial.
Ello hace necesario contar con sistemas de movilidad sostenibles para conectar centros comerciales y de ocio, campus universitarios, núcleos hospitalarios, distritos financieros y áreas residenciales cada vez más dispersas en las crecientes periferias.
Y en este proceso de adaptación “en España tenemos muchos casos interesantes” y cita la dispersión residencial y nueva configuración socioespacial de áreas como la Región Metropolitana de Barcelona con un crecimiento poblacional en la periferia con repercusiones en las necesidades de movilidad, el mercado de la vivienda y el equilibrio con el entorno.
Esta tendencia del urbanismo contemporáneo presenta, sobre todo, una problemática medioambiental asociada al consumo extensivo de espacio urbano (en algunas ciudades el 70% está ocupado por los coches), una excesiva urbanización del territorio y la gran dependencia del transporte privado.
Entre las soluciones, Barrueco propone contar con eficientes redes de transporte público, más y mejores espacios públicos para las personas, y avanzar en la electrificación de vehículos, además de la multimovilidad y la innovación o la micromovilidad eléctrica.