Organizaciones ecologistas exigen que Repsol “asuma su responsabilidad y compense a la población local” tras los daños causados por el derrame de casi mil toneladas de petróleo el pasado 15 de enero, frente a las costas de Perú.
Los hechos sucedieron durante la descarga de un buque petrolero en la refinería La Pampilla, operada por Repsol, cuando el fuerte oleaje causado por la erupción del volcán Tonga y las “insuficientes medidas de contención” de la compañía desencadenaron el trágico final.
Anunciaron su apoyo a las demandas del Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático de Perú (MOCICC), “que exige que Repsol haga público su Plan de Contingencia y rinda cuentas por la ineficacia de las medidas de contención desplegadas”.
Repsol
Repsol se escuda en que el oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga era un “fenómeno imprevisible” pese a que la ola tardó unas 16 horas en llegar a las costas peruanas, donde la Marina de Guerra desestimó lanzar la alerta de tsunami como sí habían hecho otros países vecinos como Chile y Ecuador.
“El derrame fue ocasionado por un fenómeno marítimo imprevisible para la compañía”, declaró Repsol en un comunicado, donde también aseguró que se activó un plan de contingencia, que incluye embarcaciones para recoger el crudo flotante y cuadrillas de operarios para limpiar las playas.
La gerente de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de Repsol, Tine van den Wall Bake Rodríguez, aseguró el pasado día 19, en una entrevista al medio peruano RPP, que la descarga comenzó el día anterior a la erupción.
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), del Ministerio del Ambiente peruano, el mismo día del accidente la refinería habría reportado un vaciado de 0,16 barriles de hidrocarburo (25 litros) en un espacio de apenas 2,5 metros cuadrados, una cifra muy inferior a la que luego ha podido comprobarse.
Posteriormente, el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, acusó a la compañía de “falta de información”, la cual “ha generado que no se actúe a tiempo, más aún cuando tienen un aparato de contingencia que va desde el estudio de impacto ambiental y debieron reaccionar rápidamente”.
En el documento publicado, aseguran que Repsol debe dar explicaciones por dos hechos: “Por qué continuaron con la descarga a pesar de tener motivos para consultar a la Marina sobre algún posible riesgo” y “por qué no se desplegó un plan de contingencia más equipado desde el principio, aun observando inicialmente que el vertido había sido mínimo”.
Reacciones de personalidades y políticos
A las protestas se unieron personalidades públicas y políticos de fuera de Perú; entre estas, el actor Leonardo DiCaprio compartió este viernes un video en redes sociales en el que exhibió la magnitud del desastre ambiental ocurrido en las costas de Perú a lo largo de varios distritos de Lima y Callao.
En España, el presidente de la Comisión para la Transición Ecológica en el Congreso de los Diputados, Juantxo López de Uralde, ha remitido una carta al Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en la que le ha mostrado su malestar por la situación generada. En la misma carta se puede leer: “Según la información a la que hemos tenido acceso, la compañía Repsol estaría minimizando la importancia del vertido, y de sus consecuencias ambientales”.
El diputado de Unidas Podemos ha requerido al CEO de Repsol que “tome todas las medidas en su mano para acelerar la limpieza de la zona, así como para evitar que hechos así vuelvan a producirse en cualquiera de las instalaciones de Repsol”.
Nuevo derrame presuntamente provocado en la Amazonía peruana
Un nuevo derrame de petróleo se ha producido en Perú y afecta a la Amazonía por un corte presuntamente intencionado realizado en un oleoducto por desconocidos, informó este viernes la petrolera estatal Petroperú en un comunicado.
Este nuevo vertido, ocurrido en la noche local del jueves, se registró cuatro días después de que se derramaran 6.000 barriles de petróleo al mar desde una refinería operada por la empresa española Repsol que ya ha afectado a unos 50 kilómetros de costas peruanas.
El derrame ocurrió en el kilómetro 59 del oleoducto, cerca de la comunidad nativa Nueva Alianza, en la región amazónica de Loreto, la más extensa de Perú y donde se encuentra la mayoría de los pozos cuyo crudo es luego transportado por la tubería hasta la costa del océano Pacífico.
Petroperú, operadora del oleoducto, calificó el hecho de “acto delictivo con intereses subalternos, ocasionado por personas inescrupulosas que solo buscan perjudicar a la primera empresa nacional”.